¡Penitenciagite!

El hermano Salvatore, a punto de ponerse a proyectar.

Se convocan las Becas Arquia / Caja de Arquitectos para estudiantes en su edición 2012.

Y oigan, nos parece muy bien. Esperamos que medie un contrato, que todos los estudios que las ofrecen estén en paz con dios, con Le Corbusier y sobre todo con la Seguridad Social, y que haya suerte.

Eso si, nos parece muy bien…. hasta que llegamos a la memoria de lo que hay que hacer para ser agraciado con la beca:

Lean, lean:

AQUI, a partir de la pagina 3 especialmente,

El texto, que sospechamos del mismo jurado único, empieza con un “¡Penitencia!” que no tiene ningún buen color, y que recuerda mas a Ron Perlman pasándolas negras ante el Santo Oficio en “El nombre de la rosa”, que a una convocatoria de becas seria.

Y así, con ese comienzo tan prometedor (Es que somos la risa en esta profesión, oiga), llegamos al meollo de la exposición del asunto: Que tenemos que reconocer que hemos sido malos, muy malos, y que hemos sido culpables (solos o en compañía de otros) del “expolio inmobiliario”.

Vayamos por partes:

Para empezar, no es que no nos parezca bien la reflexión, que nos lo parece. No será esta santa casa sospechosa de no haberla hecho una y mil veces. Lo que no es de recibo es convertir una convocatoria de becas en un panfleto gritón. Básicamente porque si hay que analizar, hagámoslo desde el conocimiento y la mesura, desde la paciente y aguda mirada del entomólogo, y no desde la del vocero con los sentimientos a flor de piel y la racionalidad de vacaciones. De lo contrario, acabaremos por donde suele esta profesión: perdiéndonos en las formas y entorpeciendo un debate que, a fuerza de ser necesario como pocos, debe por ello mismo ser preciso y afilado. Alejado de algarabías facilonas y simplistas.

Y para continuar, estamos hasta más allá de la cúpula del trueno (Tina Turner incluida) de estas generalidades masoquistas y autoinculpatorias. Nosotros personalmente podemos jurar con una mano sobre el Benevolo que salvo nuestras respectivas hipotecas (Magra contribución) no hemos sido culpables de nada. Y como nosotros una inmensa mayoría de profesionales que desarrollan su labor con honradez y dentro de la ley. Cuestión aparte es que su trabajo nos guste mucho, poco o regular, que haya arquitectos buenos, muy buenos, malos y muy malos… pero esta manía de repartir carnés de buenos y malos a manos llenas y de café para todos no, gracias.

Y a partir de aquí, amigos, la cosa se desbarra. Y mucho. Léanlo atentamente, pero si nosotros no entendemos mal, lo que se pide es (Y les resumimos):

Una arquitectura contradictoria capaz de activar el paisaje (Sea esto lo que sea) y que sirva de “sitio de penitencia” para sus usuarios. Que se encuentre en un clima extremo a donde los “implicados” serán trasportados para penitenciar y así reflexionar sobre sus desmanes.

Los implicados son, por lo visto (Extracto de la convocatoria):

Un alcalde

Un concejal de urbanismo

Un arquitecto

Un promotor

Un banquero

Un jurado de reconocido prestigio

Un ciudadano especulador

Sin saber muy bien que narices es “Un ciudadano especulador”, no se pierdan el programa (Extracto de la convocatoria):

El Sitio: Fiordo de Longyearbyen en la isla de Svalbard (Noruega).

78º14’00.51″N 15º33’23.90″E

Las Condiciones:

Se albergarán en “mini pisos” autosuficientes, producto de su pesadilla especuladora, que atendiendo a la peculiar idiosincrasia de cada personaje se organicen de manera totalmente libre e imaginativa.

La temporada de cautiverio será de un año completo, seis meses de noche (Tª media – 10ºC) y seis meses de día (Tª media 0ºC). Los encerrados deben poder contemplar el maravilloso paisaje exterior pero no utilizarlo, deben poder verse entre ellos pero no tocarse, deben poder ser contemplados por múltiples tours organizados de aquellos españoles a los que arruinaron. Se entiende que todos los servicios y suministros necesarios se garantizan desde el pueblo cercano.

Debe ser que nos estamos haciendo viejos pero….

¿Esto que narices es?

O sea, que después de hablarnos en el primer párrafo del delicado momento de la imagen social de nuestra profesión, lo que se esta pidiendo como objeto a valorar en una convocatoria de becas que debería ser medianamente seria (Muy seria) es:

Un Guantánamo en Siberia (o alrededores).

Es decir, que justo en el momento en que la profesión esta en sus momentos mas bajos, en que debemos pelear como nunca por recuperar una posición en la sociedad en la que aprecie la figura del arquitecto como necesaria, como valida y útil, justo en este momento, repetimos, las becas de Caja de Arquitectos se apoyan en un concurso en el que se va a valorar una imbecilidad campestre absolutamente inútil (Y ello por no entrar en otras consideraciones sobre el asunto, de las que baste decir que Albert Speer ganaría seguro una beca, con lo que ello implica).

Miren esto es sencillísimo: Si el que esto ha escrito quiere dar un discurso, expresar su opinión o pegar unos gritos y dejarnos claro que él es lo mas de lo mas, es muy libre de hacerlo; pero emplear para ello un programa de becas, y hacerlo además pidiendo a estudiantes que tienen ilusión por participar que proyecten un mal chiste que maldita la gracia que tiene resulta patético. Patético, infantil y de vergüenza.

Señores de Arquia, si querían ustedes que los alumnos reflexionaran, podían haberlo hecho con seriedad y respetandolos, sin emplearlos como excusa barata para colocar un discurso, como poco, cuestionable. Sin abundar mucho:

Convoquen un concurso para reutilizar alguno de los edificios icónicos que la crisis ha dejado desiertos. Algún aeropuerto multipublicado e infrautilizado o la ciudad de la cultura de Galicia sin ir más lejos.

O quizá uno para demoler y restituir el Algarrobico.

O quizá, dado que el urbanismo parece preocuparles tantísimo, para reordenar una zona de costa especialmente afectada, que las hay a patadas.

Pero no, para que molestarnos en generar un debate serio, de calado. Mucho mejor esta mala broma de trazo grueso, burda y grosera. Ridícula.

Miren, cada uno podrá hacer lo que estime conveniente, presentarse o no a estas becas con semejante proyecto, pero por muy achuchada que este la cosa, no se ustedes pero nosotros no hicimos esta carrera para diseñar Guantamos y mucho menos para reírle con ello la gracieta infantiloide, el exabrupto basto, a nadie.

Eso si, si lo hacen déjense de minipisos y de medias tintas y presenten ustedes:

¡LA RUEDA DEL DOLOR DE LA PELICULA CONAN! ™ y ©

Oigan, integrado en el paisaje y con capacidad para activarlo porque para algo servirá ¿Sacar agua del pozo por ejemplo?

Más sostenible imposible. Todo materiales reciclables. Emisiones de carbono cero (Muérete de envida Enric Ruiz Geli)

Contradictorio a tope, porque no haces mas que andar y no vas a ningún sitio. Y como penitencia no esta mal, que por algo lo llaman «The Wheel of Pain» y hay gente con látigo.

¿Clima extremo dice usted? Garantizado oiga, ya se ve en el video. Te pelas en invierno, te churruscas en verano.

¿Contacto entre los encadenados a la rueda?, no hay mucho. Y verse se ven, la espalda, pero se ven

¿Reflexionar? Anda que no tienes tiempo de reflexionar, en lo que va de Jorge Sanz con 8 años a Arnold Schwarzenagger con 22 y muchos esteroides, te puedes reflexionar el Tractatus de Heidegger entero.

La única desventaja es que cabe la posibilidad de que los implicados se te pongan hechos unas mulas y claro, como busquen una espada y se pongan a gritar por Crom, a ver luego quien les tose.

Por cierto, el jurado es, (Oh, ah!) unipersonal. O sea, el dedo sagrado de Eduardo Arroyo. Lo que no deja de ser curioso cuando se analiza lo mucho que ha contribuido «el proceso digital» al “Expolio inmobiliario”.

¿Lo de la rueda les parece una tontería verdad? Pues con las mismas. En esta profesión, no cabe una tontuna más.

PD: El implicado “banquero” ¿Puede ser un presidente de una Caja, pongamos la de Arquitectos? Es para un amigo…