Archive for the ‘Premios y Regalías’ Category
Impostura Social

Calcule el lector cuántos de los personajes de la foto cobran un sueldo.
Que no le doy ningún valor al premio Pritzker, al que en esta casa llamamos premio Hoteles Hyatt, no es a estas alturas ninguna novedad. Olvidos, bandazos y una cierta tendencia a premiar “lo que se lleva” componen un cuadro –gótico- en el que lo menos importante parece ser la arquitectura y lo más mantener ese estatus de “nobel de la arquitectura” tan falso como impostado y que está en realidad más próximo a los Oscars que a los premios suecos: se trata de defender un equilibrio de fuerzas y poder inamovible empleando como excusa la excelencia (artística o técnica para los primeros, de otros tipos –según va tocando- para los segundos).
No resulta pues extraño que el premio de este año haya recaído en Alejandro Aravena, antiguo jurado del asunto –hasta 2014- y director de una Bienal de Venecia que promete ser una exaltación de nuestra capacidad para redescubrir la rueda a bombo y platillo desde las posturas más desmemoriadas posibles. Simplemente es un escalón más en una pérdida de valor de un galardón que únicamente mantiene vivo el hecho de ser de las pocas cuestiones relacionadas con la arquitectura que la prensa generalista tiene a bien recordar. Un poco más pronunciado quizá, y un poco más revelador de los mimbres estomagantes con que se construye la estructura del relato profesional.
Analicemos la cuestión….
Reflexión: Foro Arquia/Próxima [FUERA]
[Visto por un espectador quizá algo impertinente pero siempre franco, a través de streaming y armado (es un decir) con un Tweetdeck. Texto ampliado de una reflexión rápida en FB el día del evento, antes de conocer a los ganadores, sobre el Foro Arquia/Próxima 2014 bajo el título de FUERA]
Empecemos aclarando algo: Cualquiera que somete su trabajo a un criterio externo, limpiamente, merece todo mi respeto. Como lo merece quien convoca un premio para celebrar la arquitectura española joven, otorga becas, publica tesis y se preocupa por la profesión. Así, había, entre los seleccionados, proyectos que adoro. Que me parecen proyectazos. Hablo de Tallerde2 (a los que no favorece el tiempo escaso que se les daba) hablo de Campo de la Cebada, hablo de Guzmán de Yarza, Elii, Urban Games… y en general –uno tiene, como todos, sus cariños- de todos.
Es necesaria esta aclaración -que es en parte ponerse la tirita antes que la herida, lo admitimos- cuando este es un país en el que tiende a mezclarse la parte con el todo, el continente con el contenido y los renglones torcidos con la escritura derecha. Pocas veces como en este caso he tenido la sensación de que los premiados han estado muy por encima de los premiadores. Y es de esto de lo que se habla, a la postre, del proceso y sistema escogido para celebrar la arquitectura “joven” española.
El Goya de la Arquitectura
A Frank Gehry le acaban de dar el premio Príncipe de Asturias. Curiosamente el de las ARTES, lo que en el caso de Frank no acaba de estar mal del todo dado que a lo que se ha dedicado Gehry desde que se convirtió en Gehry TM y © es a la artistizacion de la arquitectura y a la venta de su firma.
Dicho esto, afirmamos con toda seriedad que NOS IMPORTA POCO. O en cheli, NOS IMPORTA UN HIGO. En serio ¿Alguien le da algún valor al premio Príncipe de Asturias?
Empecemos por lo evidente: NO ES un premio a la excelencia. De serlo, Michael Schumacher lo hubiera recibido mucho antes que Fernando Alonso (2007 el primero, 2005 el segundo).
Por la misma vía no lo tendría Rafa Nadal (por bien que nos caiga el muchacho) y lo tendría Pete Sampras.
Si nos vamos a la cosa arquitectónica, los premios que llevan el nombre de “nuestrohijoFelipe” (Ese chaval tan, pero tan preparado, que lo tienen chupando banquillo a la provecta edad de 46 tacos), se empezaron a entregar en 1981. Alejandro de la Sota murió en el 94 sin recibirlo, siendo como es (Nos guste más o menos su obra) un referente sin el que no pondría explicarse mucha de la arquitectura Española de el siglo XX y –más aun- un maestro para algunos premiados posteriores.
Unpaid Prizes
El RIBA (Royal Institute Of British Architects, que es como el CSCAE pero… sin serlo, o sea, voluntario y tal) va a entregar a Benedetta Tagliabue el premio anual RIBA Jencks 2013, por su contribución internacional a la teoría y el ejercicio de la arquitectura.
Y ahora, analicemos en conjunto.
Gimme The Prize
Banda Sonora no obligatoria para este Post: Gimme the Prize (Kurgan’s theme), Queen, A Kind of Magic (Music from,and inspired by,the movie “Higlander”).
La cosa parece ir de premios. Y la verdad, no son ni la mitad de interesantes que los de la mítica Highlander, que implicaban unos afeitados apuradísimos a golpe de espadón medieval y el (perdido) talento de Russell Mulcahy (ande andaras Russell, con lo mucho que prometías).
Vean, no tengo especial interés por los premios en arquitectura, son lo que son. Son como los Oscars, con la desventaja de que no hay alfombra roja y no se puede uno quedar hasta las tantas de un domingo comentando la jugada con los amigos vía tuiter. Vamos…. que pierden mucho…
Royal Couche Prizes
Norman Foster premio Príncipe de Asturias de las Artes. No era nada lo del ojo, y lo llevaba en la mano.
Por lo visto no hay arquitectos españoles a los que dar el premio de marras. Aquí, en Villar del Rio, (Antes España) lo que nos venga de fuera siempre nos parece la pera limonera.
Se nos ocurren a bote pronto unos veinte, algunos a título póstumo tristemente.
Es lo malo que tiene no salir en el Hola (El de verdad esta vez) que luego no te comes un rosco en estas maravillosas regalías de canapés royal made.
Claro que por otra parte…. ¿De las artes? ¿De qué artes? Si fuera de las malas artes, o del arte de que te den los concursos a dedo, nos callamos inmediatamente. Que le den uno no, dos. Y un chotis agarrao con la Leti de bonus.
Pero si hablamos de arquitectura, sospechamos que estamos en la actuación habitual de una banda de indocumentados votando fuera del tiesto.
Hay una categoría de investigación científica y técnica. Ahí es donde habría que estar.
Eso claro, de querer recibir un premio que lleva el nombre del habitante de ese casoplon indigno, casado con quien le pone el nombre al Enterprise aterrizado en Oviedo a la mayor gloria de EL (Que también tiene un premio) y del señor Spock.
Así se escribe la historia. La fuente de letra no la sabemos, pero ¿El papel?
El papel es Couche. Y amarillo. Y de un artístico que ni Pinito del Oro.