CONGRESO PARA_LELO[S]

Tendemos los arquitectos, como los lemmings, a juntarnos entre nosotros.

A quedar, a hablar de lo divino y lo humano, a organizarnos, a tomar unas cervezas.

No nos hace falta mucho, solo una mesa una barra de un bar, o a veces ni eso. Una esquina en la calle puede servir de improvisado auditorio.

Así, el hecho de que exista un Congreso de Arquitectos este año en Valencia, es una noticia a aplaudir. Que cueste la friolera de 175 Euros, a los que habrá que sumar en plena temporada de verano, estancias y bocadillos, resulta imagen de cómo suelen hacerse las cosas en el CSCAE.

Muy estilo Lemming.

Y ahora nos queda la duda.

¿De que se va a hablar en el congreso? El subtitulo que acompaña a las comunicaciones dice que sobre nuevos modos y formas del ejercicio profesional.

En la propia página del Congreso hay infinidad de comunicaciones presentadas con las que se estará más o menos de acuerdo, y a las que hay que reconocer el esfuerzo, el interés y la valía.

Si nos preguntan  nuestra opinión, diremos que no creemos que sea el momento de medírnosla. De ver lo bonito que lo hacemos. Ni siquiera de hablar de nuevos urbanismos (siendo conscientes de que, al menos, la mitad del antiguo es obra nuestra) o antiguas geometrías. Ni siquiera de cuestiones de genero de mayor o menor interés.

Es el momento de la monografía. Es el momento de poner pies en pared.

Es el momento de hablar del cáncer interno que corrompe el corazón mismo del funcionamiento profesional.

Es el momento de hablar de Colegios que defienden y organizan concursos con estrellas invitadas. De concursos otorgados a dedo con la anuencia, o al menos la callada, de nuestras mas altas instituciones

Es el momento de hablar del Plan Bolonia. De donde nos deja. De cómo nos deja.

Es el momento de hablar de nuestras atacadas y sitiadas competencias.

Es el momento de hablar de la mas que previsible reformulación de la LOE

Es el momento de hablar de nuestras instituciones colegiales, con el CSCAE a la cabeza. De su capacidad, o incapacidad, para defender nuestras atribuciones. Nuestros intereses. Al CTE nos remitimos. Siendo cierto que el CSCAE y los CATs han realizado una labor formativa encomiable en estos años desde su aprobación, no deja de ser cierto el sainete:

El señor D. Juan de Robles/ de caridad sin igual / fundo este santo hospital / pero antes hizo los pobres.

Es el momento de hablar de la endeblez de unos estudios, de una base estructural de la profesión, que se basan en la ilegalidad vergonzosa de los falsos autónomos, minimizando los gastos y maximizando los beneficios hasta extremos insospechados. Sin entender que lo primero, lo mas importante de una empresa (Pues no son otra cosa) es el personal, y no salir en el Croquis.

Es el momento de hablar de alumnos trabajando gratis donde debería haber un profesional. Con la connivencia, la aprobación y el visto bueno de sus propios profesores. En sus propios estudios. Hablemos de competencia desleal.

Es el momento de hablar de las escuelas de arquitectura. De la formación que ofrecen. De su proliferación exponencial en los últimos años sin el mas mínimo control.

Es el momento de hablar del visado.

Es el momento de hablar de la primera generación de arquitectos (Probablemente no la ultima) que va a saber lo que es el paro…. Sin paro.

Es el momento de todo esto. Es el momento de exigir. De pedir explicaciones. Es el momento de estar todos juntos. En esto, el CSCAE suele pedir confianza, apoyos. Prietas las filas.

En las sabias palabras de spiderman, esa confianza conlleva una gran responsabilidad. La de defender a TODOS los arquitectos. La de informarnos.

A TODOS. A los que ganan concursos y a los que no los hacen. A los que nos gustan y a los que no. Sin moralinas. Sin políticas internas. Sin amores desmedidos por sillones y prebendas.

A eso deberíamos ir a Valencia. Esa es nuestra opinión.

¿Qué pasara? Aun es pronto para saberlo.

Tendemos los arquitectos, como los lemmings, a tirarnos por el precipicio.

Sin embargo si esta enumeración no exhaustiva les parece preocupante, o al menos más preocupante que hablar, con la que esta cayendo, de la sostenibilidad de los proyectos de alguien o de las nuevas estrategias proyectuales, recuerden:

Los arquitectos, como los lemmings, podemos juntarnos en cualquier sitio.

Y un congreso, no dejan de ser dos arquitectos, hablando de lo que realmente les interesa. En cualquier esquina. En cualquier bar. En cualquier sitio.

Dos, o muchos mas. Cuantos mas mejor. Y en Valencia…. Hay muchas plazas.