Archive for octubre 2014
Mi Perro Se Comió El Trencadís
“¿Cómo se pueden hacer siete de las más grandes estaciones de tren del mundo si, como he oído, mis obras son poco funcionales? ¿O ser elegido, entre 15 aspirantes, para construir la iglesia griego-ortodoxa de la Zona Cero de Nueva York? Nadie hace algo mal y repite”
Así empieza Santiago Calatrava una entrevista en El País –acompañado por sus abogados, nos dicen. Sería para no sentirle solo- que nos deja perlas de incuestionable valía. Se lleva uno la sensación de que el perro de Don Santiago se comió los deberes… y el trencadis y de que tiene el arquitecto suizo más cintura esquivando que Keke Rosberg en su monoplaza. Nos surgen, eso si, algunas cuestiones sobre las que nos atrevemos a opinar de forma muy personal. Ya saben, nosotros somos así.
Para esta primera frase, por empezar, podríamos emplear el refrán sobre las moscas y lo que comen. Remitirnos a las cifras de ventas de Justin Bieber o, incluso, recordar que Belén Esteban ha estado numero uno de ventas muchas semanas. No obstante, y por mantener la cosa en una efervescente actualidad, quizá sea bueno traer aquí al pequeño Nicolás, que no es el mágico niño de Sempé y Goscinny, sino una suerte de conseguidor que se la ha colado a políticos de toda especie. Quizá el pequeño Nicolás no hubiera conseguido triunfar en un congreso de ingenieros. En uno de cirujanos. O miren, incluso, en uno de arquitectos. Pero con políticos ya se sabe que lo interesante es poder cantar “Americanos” vestidos de corto. Y nada viste de corto (O vestía) como un edificio con firma, cueste lo que cueste.
Vayamos por preguntas, que es la forma de ir paso a paso:
Reflexión: Foro Arquia/Próxima [FUERA]
[Visto por un espectador quizá algo impertinente pero siempre franco, a través de streaming y armado (es un decir) con un Tweetdeck. Texto ampliado de una reflexión rápida en FB el día del evento, antes de conocer a los ganadores, sobre el Foro Arquia/Próxima 2014 bajo el título de FUERA]
Empecemos aclarando algo: Cualquiera que somete su trabajo a un criterio externo, limpiamente, merece todo mi respeto. Como lo merece quien convoca un premio para celebrar la arquitectura española joven, otorga becas, publica tesis y se preocupa por la profesión. Así, había, entre los seleccionados, proyectos que adoro. Que me parecen proyectazos. Hablo de Tallerde2 (a los que no favorece el tiempo escaso que se les daba) hablo de Campo de la Cebada, hablo de Guzmán de Yarza, Elii, Urban Games… y en general –uno tiene, como todos, sus cariños- de todos.
Es necesaria esta aclaración -que es en parte ponerse la tirita antes que la herida, lo admitimos- cuando este es un país en el que tiende a mezclarse la parte con el todo, el continente con el contenido y los renglones torcidos con la escritura derecha. Pocas veces como en este caso he tenido la sensación de que los premiados han estado muy por encima de los premiadores. Y es de esto de lo que se habla, a la postre, del proceso y sistema escogido para celebrar la arquitectura “joven” española.
El Único Que Sabe Como Hacerlo
Sabrán ustedes que este año en la entrega de esto que se denomina premios Príncipe de Asturias el agraciado en la categoría de “Arte” es el arquitecto Frank Gehry. (Frank Gehry, You’re a genius!).
No vamos a entrar en esta ocasión en la conveniencia del premiado, ni tampoco en el dislate mayúsculo que supone que la arquitectura se premie dentro del apartado “Arte” (Al maestro Antonio Miranda le daría un parraque, o dos), cosa esta propia de burgueses revenidos capaces de banalizar la complejidad de esta disciplina a términos entendibles… precisamente por su desinterés en entenderlos de verdad quedando así reducidos a la categoría de artisteo de conversación de café en salón de té dieciochesco.
Nos centraremos hoy en usar la calculadora y un poco el sentido común y, quizá, en hacer un poco de memoria, que nunca viene mal.
Así que agarren su Casio y vamos allá.
Una de Terror (Urbano)
Pongamos como escenario un pueblo, uno de tantos, pongamos que está en Andalucía. Pongamos que la acción se desarrolla en la “mágica” década maravillosa, esa que va del 98 al 2008 y en la que el dinero crecía en los árboles, atábamos los perros no ya con longanizas sino con jamones Joselito 5 jotas, el sol no se ponía en el euribor y España “iba bien”.
Pongamos que en el municipio gobiernan los independientes. Aclararemos que los independientes no lo son porque hayan definido una ideología propia, un programa político diferenciado y una acción de gobierno novedosa, sino que lo son porque no tienen –precisamente- nada de lo anterior más allá de una pasión desmedida por el mobiliario clásico, léase “la poltrona”, y una habilidad pasmosa para haber descubierto que los dos partidos mayoritarios están dispuestos a vender el poco oremus, léase “la dignidad”, que les queda con tal de que nuestros protagonistas no se pasen al contrario (Dado que lo de la ideología hace tiempo de que dejo de ser trendy).
Sigamos para oscar!