Embajadores a la Fuerza

La cosa esta…¿Viene con pasaporte diplomático?

Queridos señores de la Marca España:

Leido ESTO, no puedo por menos que decirles:

Váyanse ustedes, lo más cerca, a fabricar neveras al ártico. En pelotas, a ser posible. Dicen que el frió es bueno para el riego, y espero que se les active y alcancen a ver claras un par de cosas antes de quedarse pajaritos.

No, no es ya solo que tengan ustedes entre sus embajadores (Que sepamos sigue siéndolo) a un señor que cobra en Suiza y que representa todo (O mucho) de lo que en esta profesión ha funcionado mal, por no mencionar un constante insulto a los profesionales que juegan según las reglas y no se dedican al concurso digital por razones artísticas. Eso ya seria bastante para no acercarnos a ustedes ni con un palo de tres metros: Si como decía Groucho Marx, él nunca seria miembro de un club que lo aceptara… de algo que tiene de embajador a semejante individuo, servidor prefiere no saber nada. Y, oh, si, estamos seguros de que vende mucho fuera, y que la gente lo conoce mucho. Gracias quizá a lo mucho que nos conocen fuera por estas cosas, hasta los Simpsons nos tienen calados.

Pero ya les digo, no es esto solo.

Es además que en lo tocante a los arquitectos, la Marca España, perdónenme ustedes, está para meterla en la UVI, sección crónicos. La Marca España, rama arquitectónica, es la que tiene a un 71% de los profesionales instalados en la precariedad. La que tiene un 50% de paro. La que se nutre de contrataciones ilegales en economía sumergida y que ha llevado a un 77% de los parados a no recibir ningún tipo de prestación. La que mantenía estudios que facturaban MILLONES de euros en donde el único contrato era el de los que limpiaban. La que premia y felicita a quienes alardean de llenar sus oficinas (Tan famosas, tan glamorosas) con becarios NO REMUNERADOS que, lejos de estar en labores de practicas, están pura y simplemente trabajando gratis (Manteniéndose gracias a sus familias, lo que en una rocambolesca situación hace que las familias sustenten a los estudios). La de la competencia desleal, el dumping, los honorarios falseados que provienen de costes falseados….

Oh, pero como siempre, iremos a los resultados aislados. Al fin que justifica los medios. A la pura y tramposa apariencia. A las bienales. A las exposiciones en museos de alto copete. A si fulano o mengano dan clase en Harvard o en Yale. Hagan (si saben, empiezo a dudarlo) la división entre participantes de bienal, expuestos en museos y viajeros académicos… y el total de arquitectos en España. E-(Numero) significa que la cosa tiene muchos ceros.

No necesito que me digan ustedes, maquilladores de la vergüenza de la Marca España, que los arquitectos españoles son muy buenos. Lo son. Y precisamente por eso resulta aun más repugnante todo lo anterior. Las generaciones mejor preparadas de nuestra historia convertidas en becarios de 40 años. La oportunidad de reparar las disfunciones laborales de la profesión desperdiciada mientras nos dábamos palmaditas en la espalda -por esas bienales, esos decanos allende los mares, esas exposiciones en el MOMA- y manteníamos intactos TODOS Y CADA UNO de los clichés, mangufias y chapuzas que heredamos y que aun se enquistan en nuestra profesión.

Vender ahora a los arquitectos como embajadores de esa Marca que los expulso… entenderán que me resulta tan desvergonzado como perverso.

¿Qué es lo que les parece tan de destacar? ¿Qué se han ido hartos ante el estercolero laboral que había aquí, y que hicimos muy poco (Marca España, ojo) por denunciar o cambiar? O, peor aun… ¿Qué los vamos a usar con recochineo para decir lo buenos que somos en este país, empleándolos como reclamos involuntarios y ocultando la realidad?

¿Quieren que les destaque yo algo? Pues allá va: Destaquen el pensar que muchos NO VAN A VOLVER. Que estamos regalando el talento que tantísimo esfuerzo nos ha costado formar. Que quizá sea no solo por la crisis, sino porque encuentren más allá de esta Marca España absurda la normalidad que aquí se desprecia: Un contrato, un seguro, un horario…. ya saben, cosas todas de ciencia ficción en España (Sin Marca) parece ser.

En cuanto al COAM, las cosas mejor por orden porque si no se nos va el jamón en catas. Los arquitectos españoles son muy buenos pero el sistema en el que funcionan sigue siendo tan distópico hoy como lo era cuando empezó la crisis, sin que se hayan asumido en profundidad las enormes reformas que necesita. Entenderán ustedes que haya quienes, como Julen Asúa y Nieves Merayo, estén en China en estos momentos maldiciendo en mandarín. Y pensando en que el acuerdo, quizá, lo deberían estar suscribiendo ustedes con el ministerio de trabajo para meterle un paquete estratosférico a todo manguta al que se encuentre con un estudio-galera de los de honda raigambre. O que yo, que no estoy en China, maldiga en el mismo mandarín, porque conozco a Julen y a Nieves, porque se que son unos de tantos magníficos profesionales a los que hemos perdido. Porque me resulta surrealista que encontraran a miles de kilómetros la estabilidad que aquí se les negaba, y que a cambio –y esto ya parece recochineo- los usemos para vender que somos un país  “a la vanguardia y con tecnología avanzada” [sic].

Si eso les parece como para darle bombo al asunto, yo –como Bill Maher– me hago suizo. O lo que se pueda. Australiano, que hay mucho campo.