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Slippery When Wet

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Alfombre su pasarela!

Banda Sonora (No obligatoria) de este post: Magic carpet ride, Steppenwolf / You give love a bad name, Bon Jovi (Cuando se podían escuchar)

Alfombras hay muchas.

Las hay voladoras como la que llevaba Douglas Fairbanks (Eso si era un pecho-paloma y no lo de ahora) en “El Ladrón de Bagdad”.

Las hay que sirven para transportar cadáveres en películas tipo “The Godfather” hasta que te libras de ellos a ser posible en una orillita del rio que pegue a New Jersey.

Las hay de piel de oso, cabeza incluida, dispuestas frente a chimenea pasionalmente fogosa donde evolucionar amatoriamente en una de esas escenas de soap-opera, con mucho beso pasional sin lengua y mucha sabana de esas que se sujetan en el escote (solas). Melissa Giobertti se hacia en Falcon Crest mas alfombras que Tapicerías García en su dilatada carrera de tejedores.

En una alfombra venia Liz Taylor – Cleopatra a ponerle la coraza de fiesta y media a Rex Harris  – Cesar en la fastuosa “Cleopatra”.

De todas, sin duda, la de más jonda raigambre en nuestra tierra es la alfombra con sedimento, esto es, la que usamos para esconder cosas debajo. La que tapa la roña. La que levantamos para barrer el polvo donde no lo vea nadie. La que metafóricamente esconde los cadáveres que en otros lenguajes (en ingles por ejemplo) se guardan en el closet.

Ahora, gracias a DIOS S.A. y a la inestimable ayuda del ayuntamiento de Bilbao, este modelo de alfombrado estético-ético llega al campo de la arquitectura pública.

¿Como? Se preguntaran ustedes. Lean, lean….

Como es bien sabido por todos DIOS S.A. por lo general, y su profeta en la tierra Don Santiago por lo particular, profesan un amor extraterreno y que solo podríamos calificar como místico por los habitantes de las ciudades que habrán de padec…. perdón, de albergar sus magnas construcciones, bien sean estas restos de la flota estelar o pasarelas en forma de pequeño minueto.

Sin embargo, en el caso de algunas de las pasarelas (Puente es el del Golden Gate chicos…) Calatravianas, es este un tough-love clarisimo. Un amor con espinitas. Un quiéreme pero no me quieras tanto, moreno mío, dado que los ciudadanos, ese personal desagradecido, se dedican (¡los muy interfectos!) a estampanarse constantemente por la obra Santiagueña defenestrando sus huesecitos contra el duro pavimento en lo que es no una querencia por andar besando el suelo digna de un pontífice, sino la consecuencia directa de poner SUELOS DE CRISTAL, que como todo el mundo que ha pisado un suelo alguna vez sabe, tienen la mala costumbre de resbalar cuando se mojan.

Ya le paso a nuestro Valenciano universal en su puente veneciano, en el que mas de uno (Y mas de diez) turistas acabaron contra el duro suelo al resbalarse con los peldaños de vidrio.

Y como no, le pasa también en una de sus obras mas emblemáticas en nuestro suelo patrio, el puente (Ay que me da) Zubi-Zuri de Bilbao. Por lo visto llevan los bilbainos años despeñándose por el solado de vidrio que en cuanto se moja al llover (Algo que en Bilbao no podemos decir que sorprenda a nadie) pasa de “emblema arquitectónico” a “pista americana de entrenamiento de marines”, y donde los sufridos transeúntes se dedican a la practica poco saludable del patinaje sin motor, el surf de acera y el acuaplaning corporal con los consiguientes sinsabores óseos y las no menos consiguientes denuncias al ayuntamiento que ya se ha visto en la tesitura de tener que pagar alguna que otra indemnización.

Así puestas las cosas el Ayuntamiento ha hecho lo que muchas administraciones llegado el caso y ha empleado ese sistema, tan español como conocido, de “muerto el perro (Preferiblemente a cañonazos) se acabo la rabia” y ha decidido alfombrar el puente de Calatrava con una esterilla de vinilo que evite el descalabro y, presumimos que sobre todo, las denuncias.

La alfombra es, huelga decirlo, horrorosa de toda horrorositud y quizá esto de que el puente resbalaba había, señores munícipes y técnicos asociados, haberlo pensado antes de ponerse uno en manos de la iluminación hecha arquitectura que suelen representar las obras de DIOS S.A. a quien nunca la realidad (Ni un presupuesto) le han estropeado una buena escultura. Lo de buena, ya me lo entienden ustedes… Pero claro, imaginamos que en el consistorio lo que querían en su momento era tener “Un Calatrava” dándoles igual si como puente era una castaña mas bien pilonga.

Para el caso del puentecito en cuestión llueve sobre mojado (Lo juro, hoy estoy inspiradísimo) dado que es por este mismo puente por el que el amoroso Santi intento meterle un rejonazo de chiquicientos millones de euros al ayuntamiento (O sea, a los amados ciudadanos que pagan impuestos) porque Arata Isozaki habia hecho una pasarelita que tocaba su magna obra.

Queridos lectores, si buscáramos un ejemplo mejor y mas metafóricamente perfecto del final de la época del desmadre arquitectónico, de las arquiestrellas y del porque yo lo valgo cargado de estupidez y estulticia, no podríamos encontrarlo.

A saber: Un ayuntamiento con posibles y ganas de tener una obra de Calatrava, que es lo que se lleva y es lo que mola. Un puente con un solado de vidrio en una zona donde llueve profusamente un número elevadísimo de días al año. Un arquitecto al que por lo que se ve estas zarandajas se la traen muy al pairo mientras la cosa quede de lujo para foto. Un resultado falso de toda falsedad en el que hay tensores que están más colganderos que la papada de Sir Elton John antes de la last surgery y que además es una trampa mortal en cuanto caen dos gotas. Una denuncia por parte del artista por atreverse a tocar la obra su dueño legitimo (el ayuntamiento) que supone por parte del arquitecto la asunción (Nada sutil y si bastante ególatra) de que lo que el hace es arte y punto pelota. Y de postre, una alfombra negruzca debajo de la que esconderlo todo.

La roña, debajo de la alfombra, que no se vea.

Eso si, entremedias, los sufridos ciudadanos han pagado el puente. Han pagado al artista. Han pagado la defensa legal contra el arquitecto. Han pagado la indemnización de 30.000 euros que finalmente impuso el juez. Se han estado dejando el coxis contra el muy arquitectónico objeto Calatraviano, y de postre van a pagar la alfombra debajo de la cual habrá de esconderse la chapuza.

Y, como diría Groucho Marx, dos huevos duros. O mejor…. pasados por agua.

Nota de los autores: Este post va con agradecimiento al siempre lucido Teleoperador, que nos dio el heads-up y cuya afilada lengua ha inspirado este post. Thanks!

Written by Jose María Echarte

diciembre 30, 2010 a 19:22

6 respuestas

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  1. Solo ha faltado comentar que los cristales estos de patinaje cascan, es decir, el propio movimiento del puente hace que se rompan y repararlos también cuesta un pastizal.
    Que sepáis también que lo de las alfombras no es la primera medida que se toma para intentar paliar lo de los resbalones (que se acrecienta con la lluvia a medidas extremas, pero que en días de sol también pasa), antes probaron con una imprimación, y con algún que otro pulido de los cristales, pero por lo visto, esto de las alfombras es lo único que funciona.

    No puedo mas que coincidir en lo de que es «un ejemplo mejor y mas metafóricamente perfecto del final de la época del desmadre arquitectónico», aunque mas que final, me parece una desgraciada consecuencia de la que esperemos que el ayuntamiento de Bilbao haya aprendido algo, pues no existe mejor ejemplo, una vez mas, de ciudad dada a las superestrellas arquitectonicas.

    Algo me dice, que la historia de esta «pasarela» no acabará aqui…

    hansbrinker

    diciembre 31, 2010 at 0:50

  2. Quite inspires indeed!

    Siempre volvemos a las andadas… Un poco mas de educación a todos los niveles, y otro gallo cantaría.

    Feliz año a todos los enemasunos!

    Daniel - CCAD

    diciembre 31, 2010 at 1:50

  3. A partir de hoy debereis dirigiros a ÉL como DIOS IMPUTADO S.A.

    Ted Kaczynski

    diciembre 31, 2010 at 14:41

  4. Je! Acabo de leer que la Fundación Sabino Arana le ha dado un premio a Gehry por el aniversario del bicho… [del edificio, I mean]

    Está claro que algo está cambiando!

    Daniel - CCAD

    diciembre 31, 2010 at 14:42

  5. se puede imputar a dios?
    a donde vamos a llegar… prisiones de diseño… lo más

    molo

    diciembre 31, 2010 at 19:15

  6. Aprenderemos los ciudadanos a castigar a los responsables? Algo me dice que no.
    Feliz año a tod@s!!

    JCM

    enero 2, 2011 at 20:59


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