La Loren, La Loren…

Nos disculparán ustedes el tonillo algo tabernario del título, pero aguanten ahí un poquito que todo tiene explicación.

Si han visto ustedes «Plan 9 From Outer Space» del inefable Ed Wood (O en su defecto «Ed Wood» del no menos inefable Tim Burton), sabrán que esta unánimemente considerada como la peor película de todos los tiempos. Curioso, por otra parte, que el genero humano sea incapaz de ponerse de acuerdo en cual es la mejor película, pero si en cual es la peor.

Plan 9, es el ejemplo perfecto de que algo puede llegar a ser tan malo, tan malo, que extrañamente sea bueno. (This is so bad…!It’s good!). Sin complejos.

No será la primera vez que en n+1 nos quejemos de la metáfora tonta y del chiste hiperbólico, que parecen campar a sus anchas por el mundo de la arquitectura.

Y sin embargo, algunas veces, no podemos evitar poner cara de ternura cuando vemos según que cosas.

Si no estan sentados, les recomendamos que se sienten, que alineen los chakras, que hagan un par de hakas maories y que se pongan en paz consigo mismos.

Y luego aprieten el enlace y sigan leyendo.

¿Como se les queda el cuerpo?. Una cosa no pueden negarnos. El conejito es monísimo. Dan hasta ganas de achucharlo.

Y es el pabellón de Macao para la exposición universal de Shangai. Se ve que en Macao hay cierta tradición por las lamparas de papel con forma de conejito. Sistema este por el cual, esperamos que si España lleva un pabellón a la Expo, monte allí un tórito, una paellera con sus gambas y todo, o incluso un naranjito tamaño descomunal. Mas que nada por no desentonar.

Curiosamente como con Plan 9, es tan malo, que podría ser hasta bueno. Es una bufonada, si, pero lo es tan a las claras, es tan búrdamente literal, que al menos la sinceridad se agradece frente a otros discursos cargaditos de citas descontextualizadas y de justificaciones de lo injustificable.

Nos hemos acordado, curiosamente, de que hace años ya vimos algo parecido en Australia.

Esta en Australia, y se trata de un hotel, cocodrilizado. O de un cocodrilo hotelizado, que todo podría ser.

Y es que tanto va el arquitecto a la metáfora, que, al final, pasa esto. Que acabas montandote unos Transformers con puertas, ventanas y aire acondicionado. O jugando a Star-Wars en medio del desierto, claro.

Entenderán ahora el título, ya saben, «La Loren, la Loren, el pabellon de la Loren«.

Aunque podríamos haber puesto también, «Se va el Hotel, se va el Hotel, se va pa la barranquilla«

Pero no quedaba igual de metafórico.