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El COAM ha puesto un banco

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Les prometemos por la bicicleta fulgurante de Bjarke Ingels que no es un titular de El Mundo Today.

Y si, lo han puesto. Uno. No más, que luego nos malacostumbramos y tiene que venir la alcaldesa de currículo blanqueado a poner los bancos antipersonas (esos que no permiten tumbarse, acompañados de -es un poner- esos maceteros a los que sólo siendo un fakir te arrimarías).

El objetivo del banco de marras es, por lo visto, medir las reacciones de los ciudadanos y grabarlas con una cámara web. Aquí le pones a lo que sea “camara web” y ya parece que estamos en lo más moderno.

Vayamos despacio, para comprobar como la muy necesaria implantación de un sistema participativo en los asuntos urbanos lleva camino de convertirse en otro termino banalizado a golpe de estos press releases, tan fulgurantes como inútiles.

Partamos de la base de que la presencia del banco está asociada a un concurso, ASIENTO4SOL (se ve que la proposición “para” no es nada moderna).

Un concurso que patrocina ESCOFET que, OH, sorpresa, fabrica bancos.

Con esto en mente, según nos cuentan las preguntas originales de la encuesta que aparecen en la pagina web en la que se publicita el concurso eran si debía haber bancos y sombra en Sol (Después se cambiaron a otras algo más generales). Un nivel científico en las preguntas (En las primeras, que eran de chiste, y en las de ahora) que haría temblarle las canillas a Masters& Johnson, y que equivale a preguntar si creemos que es bueno tener pulso y respirar. Hombre, no viene mal. Los resultados –shocking!- son que la gente quiere bancos y sombra.

[Las actuales preguntas: Qué pondrías y qué quitarías o qué caracter debe predominar en Sol, son igual de absurdas porque el urbanismo es algo más que poner y quitar cosas o referir a etéreos caracteres y la simplificación resulta absurda. Impropia de un Colegio de Arquitectos, que debería tomarse las cosas más en serio… a menos que lo que se quiera es poner algo. Bancos, por ejemplo. Muchos, imagino. De Escofet, supongo]

Marvelous.

Está uno por preguntar qué habría pasado si el concurso lo llega a patrocinar Zumosol. Igual lo que le faltaba a Sol son puestos de zumo, y nosotros aquí sin enterarnos.

Todo lo anterior integrado en el trasunto PIENSASOL, patrocinado por OHL, el Banco de Sabadell, Samsung, JCDDecaux (Los dueños de esos engendros que pueblan nuestras ciudades), Indra…. ya saben… lo que viene siendo el montepío de la santa generosidad. O dicho de otra manera: ¿Para pensar en Sol, para que los arquitectos planteen este asunto… necesitan el patrocinio de estos señores? Curioso.

La pregunta por tanto es urgente: Visto lo visto, ¿En esto estamos convirtiendo las dinámicas participativas tan necesarias en el urbanismo futuro? ¿En golpes de efecto con pregunta teledirigida a la mayor gloria de los fabricantes de bancos (vallas publicitarias, mobiliario urbano variado, etc)? ¿Es esto todo lo que somos capaces de ofrecer?

Hace tiempo que sostenemos que la cuestión participativa debe alejarse –a la carrera- de estas propagandas distractoras (E interesadas) para convertirse en sistemática. En algo implantado desde un primer momento como parte de cualquier proceso de transformación (regeneración, cambio, empleen el que necesiten) urbana y no como un añadido “extra” que emplear para dulcificar (Y sobre todo para vender) la cuestión.

Corremos el riesgo de encontrarnos aún más perdidos en este terreno de lo que ya estamos. Empleemos un ejemplo: El caso de Gamonal en Burgos.

[Disclaimer previo: Dejaremos de lado, de momento, todo el paisaje político-social que ha rodeado el asunto y que generaría otro debate -también necesario- para centrarnos en la pura cuestión de gestión del proyecto (despojada de otros análisis que dejamos para un artículo monográfico sobre el tema)]

Sobre el papel el procedimiento seleccionado por el ayuntamiento es de los que suelen gustar a los arquitectos: Un concurso abierto, sólo para el proyecto (Es decir, sin caer en el proyecto y obra, tan conocido como peligroso) con un jurado en el que estaban representados los Colegios Profesionales (Que ofrecen generalmente ciertas garantías) y una serie de representantes de sectores sociales diversos (No entraremos -por el momento- en si todos los que debeían).

[Repito que hablamos del PROCEDIMIENTO, en cuanto esquema de trabajo funcional, y no de las intenciones del jurado –de tenerlas-]

Con este esquema lo obtenido –el proyecto- en cualquier escenario posible (Y creanme los contemplo TODOS), no deja de ser una instantánea congelada en el tiempo. Un proyecto altamente cerrado. No es esto algo intencionado sino una derivada del sistema y suele funcionar razonablemente bien para los casos edificatorios pero presenta graves disfunciones para los urbanos en los que las afecciones son mayores y las sensibilidades tremendamente variadas.

Así pues, no se trata de que el procedimiento sea malo. No lo es (De nuevo, sobre el papel) pero ha quedado superado por procesos que cada vez entienden de forma más clara que el factor participativo no puede reducirse a una intervención en un jurado ni a la relación puntual en reuniones con alcaldes y concejales para establecer peticiones (Ni a una encuesta por internet con el patrocinio de quien sea). Ni tampoco consiste en reuniones informativas, ni en la tradicional exposición del documento, ni en grabar con una webcam. No se trata pues de seleccionar un “objeto” (Un proyecto, un plan, un banco) cerrado y con un proceso de cambio complicado, sino de seleccionar unas directrices abiertas y el proceso metodológico de integración ciudadano.

Si algo queda patente en la gestión de la actividad urbana es que la participación debe ser cada vez menos una cuestión de sugerencias puntuales y actos de lucimiento externo (Y en buena medida dependientes de la voluntad –o del provecho a obtener- de los actores, principalmente políticos) para convertirse en un SISTEMA automático, independiente y técnico. Alejado de las sugerencias a vuelapluma y los hallazgos puntuales y más próximo a la metodología científica que permita un periodo de recepción de inputs externos que se integren en los procesos de desarrollo urbano. En otras palabras: el carácter participativo no puede ser una posibilidad a añadir como guinda sino una normalidad metodologíca incorporada al desarrollo del proyecto.

En este escenario la labor del arquitecto es la del habilitador tecnificado. La del experto que ayuda, que escucha y que –también en ocasiones- dice que no por razones técnicas insoslayables, pero que trata de aprender la realidad urbana que le rodea y que a la postre, asume la responsabilidad de una decisión que contentara a unos y quizá no a otros. Parece claro que si la arquitectura ha sido capaz de desarrollar una cierta capacidad empática en los proyectos individuales, mucho menos complejos,  en los que el usuario final participa de forma activa (Al menos debería), esta debe implementarse en aquellas intervenciones que afectan no sólo al individuo sino al colectivo. Y que debe hacerse con visos de normalidad casi burocrática (Entiéndase el termino no en lo árido y oscurantista sino en lo normalizado) alejada de festivales políticos inseguros (Caso de la Diagonal en Barcelona hace años) y de “stunts” propagandísticos vacíos y con intereses económicos detrás (caso del banquito de marras). Se trata, como bien apuntaba Jon Aguirre Such de Paisaje Transversal en un debate radiofónico reciente (A partir del minuto 18), de un proceso de aprendizaje mutuo y compartido entre todos los agentes implicados. [Lean aquí un magnífico artículo de Eduardo Mangada sobre este caso en concreto en la página de Paisaje Transversal]

Un proceso que en ningún caso podemos simplificar a estos extremos y que no es sencillo, pero cuyos resultados son extremadamente gratificantes y sobre todo, necesarios para formar ciudadanos implicados en su espacio urbano. Flaco favor hacemos a estos últimos al banalizar una cuestión que los poderes políticos (Y los económicos, relean la lista de patrocinadores) acaban percibiendo –seguramente perciben ya-  como el poquito de azúcar con el que tragar la píldora habitual, descargado de su profunda carga técnica y social y reducido a estas cuestiones de agencia de comunicación en campaña de ventas.

Qué lo hagan ellos, vaya y pase. Es lo esperable.

Que les ayudemos nosotros… es bastante más peligroso. Si no sabemos estar con la sociedad, mucho me temo que estamos condenados a no ser necesarios y la publicidad, como bien apuntaba ayer la siempre acertada Raquel Martínez, no es participación.

Written by Jose María Echarte

enero 28, 2014 a 12:25

8 respuestas

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  1. Y después queremos que nos tomen en serio…
    Por otra parte… ¡cielos! ¡qué novedad! a la gente le gustan los espacios públicos con bancos, ¡y sombra! Lo nunca visto.

    Carabiru

    enero 28, 2014 at 15:49

  2. El enlace al artículo de Eduardo Mangada creo que está equivocado, supongo que os referíais a este: http://www.paisajetransversal.org/2014/01/la-puerta-del-sol-un-espacio-comun.html

    Por el resto… campaña viral de empresa de mobiliario público.

    sinorfavela

    enero 29, 2014 at 12:19

  3. Si la intervención está promovida (qué movida!) por el Ayuntamiento o la Comunidad de Madrid y conociendo el percal, la única intención es entorpecer las manifestaciones, cuando no impedirlas, llenando la plaza de «objetos» de todo tipo, de gusto totalmente dudoso. El ponerle un hashtag ocurrente o un nombre modernito es para distraer la atención de lo rancio y regresivo de la intención verdadera. Quieren hacer diametralmente lo contrario que propone Eduardo Mangada, ni más ni menos.
    En cuánto a la participación ciudadana en el urbanismo, en un país como este, con unas leyes del suelo como las que tenemos, una legislación administrativa como la que tenemos y unos políticos como los que tenemos, se tardará mucho en dejar de hacer planeamiento (sobre todo el general) poniendo de base la cartografía del catastro, you know.
    Pero con artículos como este se dan los pasos para que dejemos de tener lo que tenemos.
    Así que gracias, como siempre, José María.

    JCM

    enero 29, 2014 at 13:12

  4. Estimados José María y resto de lectores,

    Escribo este mensaje no para modificar las opiniones, que cada uno es libre de ellas, sino para aclarar algunos datos que creo son necesarios para entender la acción del otro día y que tan graciosamente describes.

    Lo primero que quisiera señalar es que después de leer este artículo u otros pudiera parecer que la propuesta de intervenir y debatir sobre la Puerta del Sol es un capricho liviano y pasajero del Colegio de Arquitectos que no ha podido desenvolverse de otra forma que a través de la»performance» del banco en cuestión.

    Hay que recordar sin embargo que en octubre de 2012 el Ayuntamiento de Madrid, de forma unilateral sin previo aviso, anunció que iba a remodelar la Puera del Sol: http://www.elmundo.es/elmundo/2012/graficos/oct/s2/ptasol.html
    Rápidamente se comentó que la intención del consistorio era crear una reforma más anti 15M que una reforma urbana necesaria.

    Este proceso se sumaba a 2 operaciones urbanas concretas (edificio Apple y Canalejas) y el inicio de esbozos de operaciones de peatonalizaciones en el centro.

    Es en este entorno cuando surge la idea de tratar de reconducir las intenciones del Consistorio a través de un proceso de reflexión y debate tanto con los profesionales como con los ciudadanos.

    Desde entonces se han generado las siguientes actuaciones:

    – se ha organizado un concurso internacional para implicar en el debate la mayor cantidad de equipos profesionales.
    – se ha realizado una exposición sobre la Puerta del Sol y su historia.
    – Se ha realizado una consulta abierta a los ciudadanos para que expresaran su opinión al respecto.
    – se generó un primer debate en el que participaron el Director General de Patrimonio Cultural y Paisaje Urbano del Ayuntamiento de Madrid; el Presidente del Colegio de Sociólogos y Politólogos de Madrid y la presidenta de la Asociación de comerciantes de la zona junto con diversos arquitectos.
    – Un segundo debate tendrá lugar este 30 de enero en el que van a participar el Subdirector Consorcio de Transportes Comunidad de Madrid y el Director General de Planeamiento del Ayuntamiento de Madrid junto con los arquitectos Ezquiaga y Lamela.

    Es en este contexto en el que se ha instalado un banco por un día para que entre otras cosas los ciudadanos comprobasen la paradoja de tener una plaza en la que uno no se puede sentar…

    En fin, seguro que las cosas se pueden hacer mejor y explicar más. Personalmente no he estado en el proceso de diseño de este «PiensaSol», pero no creo que se pueda afirmar con justicia que sea un proceso simplón.

    Siempre nos quejamos que no les importamos a los ciudadanos, que las autoridades pasan de los profesionales, y toda la retahíla de desconexión sociedad-profesionales. Por eso mismo tiene sentido haber intervenido y evitado una intervención ya decidida por el Ayuntamiento. Es cierto que lo que más ha llamado la atención a los medios es el tema del banco, pero no nos quedemos mirando al dedo cuando se señala a la luna (Recomiendo ver el vídeo del primer debate. http://vimeo.com/81074233 ).

    Otro debate aparte en el que podemos entrar es el de los patrocinios. Podemos pedir a la gente que participe en el concurso de propuestas y que vayan de gratis o buscar presupuesto para dotar económicamente los premiados. Lo mismo ocurre con la organización de la exposición y demás. Suponer que porque haya patrocinios privados el debate y el concurso está adulterado ideológicamente no sé si tiene mucho sentido en la sociedad de hoy; Esto que digo es opinable, cierto, pero como cualquier congreso técnico tiene patrocinios por empresas del sector. Ojalá no hubiera 4 empresas patrocinadoras, sino 40.

    Bueno, espero que se entienda algo más el proceso seguido y lamento haber opinado más de lo debido pues pretendía realizar una exposición de hechos.

    Saludos,

  5. Diego, puedes opinar todo lo que quieras. Faltaria mas. Gracias por abrir el debate, y me permites que te conteste:

    Voy a discrepar (En aras de clarificar algunos puntos del articulo, y mi posicion):

    El concurso sigue siendo un concurso al uso (Mas de lo ya conocido, tambien Gamonal sale de un concurso), la encuesta… en fin, me permitiras que te diga que parece muy poco seria y los debates me parecen muy bien pero no implican que se asuma la cuestion participativa y social de cualquier intervencion urbana (O de su necesidad) sino solamente que los politicos de turno han ido a un sitio donde pocos compromisos habran tenido que expresar mas alla del wishful thinking habitual. Cosa que no me parece mal: el debate es necesario, pero lo es sobre unas bases mas claras.

    En esto, mi impresion es que el ayuntamiento simplemente esta haciendo lo que queria hacer (por vias mas sibilinas) y que el COAM le esta dando visos de validez a la modificacion de un espacio -en el que se llevan invertidos millones- cuyo unico objeto es el de eliminar su caracter reivindicativo.

    [Queda para la reflexion si -gastado lo que se lleva gastado en Sol, y no pudiendo negarsele su utilidad como centro de asamblea participativa y expresion del descontento ciudadano- es necesario este debate -y la reforma- o habria otros (Englobados en el mismo ambito urbano-ciudadano-participacion) mas interesantes o -por mas generales- mas practicos]

    Pero de nuevo estamos en lo mismo. Esto es lo que pide el concurso:

    Cuestiones de obligada consideración en la propuesta:

    A. Ordenación general de ámbito
    B.Estrategia para la integración de la Actividad en la plaza (comercio, hostelería, actividades recreativas,
    etc.)
    C.Elementos de sombra
    D.Iluminación
    E.Mobiliario urbano
    F.Jardinería y vegetación
    G.Movilidad y accesibilidad universal

    Es decir: Parece estarse pidiendo un objeto cerrado y se esta definiendo muy claramente lo que tiene que tener: mobiliario, sombras, actividades (Entre las que aparecen las economicas y «recreativas» pero no las reivindicativas…) Se esta pidiendo de nuevo lo mismo que en Gamonal y ese es el problema: Esto no es un proceso participativo. Es lo de siempre con un «stunt» publicitario que parezca participativo. Quiza porque lo que habria que pedir en un concurso para pensar Sol es una METODOLOGIA de participacion, alejada de invitaciones mas o menos de parte y completamente independiente de cualquier otro tipo de intereses. Cientifica (o lo mas cientifica posible). Un proceso. Un plan y no un plano, que diera los resultados que fueran necesarios.

    Entiende que a mi personalmente me reulta surrealista leer en unas bases de un COA:

    «Esta opinión es también compartida por varias empresas privadas con vinculaciones de toda índole con el patrimonio madrileño y el entorno de la plaza, que han querido ofrecer su apoyo, patrocinio y capacidad de difusión, a este proceso de reflexión que contará con la participación de las instituciones, los profesionales, las empresas y la ciudadanía en general.»

    [Me perdonaras el sarcasmo, pero estoy por preguntar que vinculacion tiene con el patrimonio madrileño JC Decaux aparte de las cabezas de oso y los madroños que les pone a sus chirimbolos y porque aparecen en el mismo nivel participativo las empresas y los ciudadanos «en general» cuando son entidades completamente diferentes. Por otra parte…Los ciudadanos tienen opiniones pero… ¿Las empresas tienen opiniones? ¿O las tienen sus departamentos de PR?]

    No creo que sea sorpresa para nadie que ni OHL, ni Samsung ni JC Decaux (entre otras) son las hermanitas de la caridad. Y ojo, no se trata de que yo quiera que lo sean: Se trata de que estamos hablando de la participacion ciudadana directa en su entorno urbano sin la necesidad de mediatizarla porque sus intereses pueden muy bien no ser los de esos patrocinadores. No comparto la comparacion con una jornada tecnica: En estas es evidente que se esta «vendiendo» o «colocando» algo -por ejemplo «Jornadas de galvanizado»- y la cuestion es muy diferente porque, insisto, no se trata del mismo proceso ni del mismo objetivo. (¿Que estamos vendiendo aqui? ¿Que venden ellos? ¿Que nos colocan?)
    Creo firmemente que para establecer un debate en el COAM sobre procesos participativos (Aplicados a Sol, o a lo que sea menester), sospecha uno que no era necesario ni el concurso del banco, ni el concurso internacional (Con definicion de arbolado, mobiliario, integracion del comercio y demas), ni gran parte de la cuestion propagandistica que esta rodeando el asunto.

    Que se le haya dado publicidad a lo del banco, lejos de anecdotico, es para mi claramente reflejo de lo que se persigue y que esta lejos de lo que entiendo por el deber de servicio publico de los COA ya que solo consigue banalizar la cuestion sobre participacion urbana y espacio publico reducida a un simplista [Y cito] «Y la respuesta no se hizo esperar: mayoritariamente, pedían dos cosas, bancos para descansar y sombras donde refugiarse.» (Es evidente que si se pregunta si se quieren bancos y sombra, lo mas probable es que salga que la gente quiere bancos y sombra. Es, ya digo, como preguntar si se quiere respirar. Y me remito de nuevo al patrocinio: ¿Hubieran sido estas las preguntas si no intervinieran Escofet y JC Decaux?). Y con esa banalizacion creo que no ganan los ciudadanos y que no gana la recuperacion del valor social de la profesion y sus instituciones. De ganar alguien ganara -a la larga- el ayuntamiento (Que puede exhibir medalla de «participativo» sin serlo realmente), y ganaran los patrocinadores (que nunca pierden, no nos engañemos).

    Repito, no se trata de que me parezca mal pensar en Sol. Se trata de que para mi la publicidad no es participacion ni es debate sobre lo publico y lo urbano. Esta ultima quiza sea mas arida. Mas callada. Mas compleja y menos enseñable en paneles DIN A2, pero sera seguramente mas libre y mas eficaz, y sobre todo creo que tendra menos penitencias.

    Jose María Echarte

    enero 30, 2014 at 0:36

  6. […] El COAM ha puesto un banco. Consulta del Colegio de Arquitectos de Madrid patrocinada por Escofet sobre la futura reforma de la Plaza del Sol […]

  7. José María, no puedo estar más de acuerdo con lo que dices, más aún en tus aclaraciones a Diego Carreño, con el que discrepo casi en todo lo que dice y lo siento, porque entiendo que tanto él como otros que participan en el asunto de piensasol, son gente joven y bien intencionada, si bien el conjunto de la actuación y la mayoría de los detalles son absolutamente intrascendentes y banales, y el uso que el COAM está haciendo de ellos nos retrotrae a las antípodas de la inteligencia y la cultura de lo que muchos conocemos como participación ciudadana, que ahora se disfraza ridículamente con preguntas infantiles, eso sí, rodeadas de mucho boato en el jurado internacional del concurso y los debates. Creo que tanto tú como Anatxu Zabalbeascoa, también Paisaje Transversal y otros, lo habéis dicho muy claro. Es ridículo apoyar esta iniciativa del ayuntamiento y el COAM debería haberse opuesto, sin más, en lugar de alimentar el debate a favor e intentar validar esta absurda e innecesaria actuación.

    Paco

    febrero 4, 2014 at 16:32

  8. Buen post, hay un par de párrafos que me han soltado un par de nudos mentales.

    Empezó como una intuición, pero cada vez veo más claro que la participación, si tiene sentido en relación con un concurso, es antes de éste: en la definición de las bases, de las reglas de juego, del acuerdo colectivo. Incluido el acuerdo sobre si realizar o no ese concurso. Si no, lo que estamos haciendo es tratar de contestar preguntas que nadie ha formulado, y eso es la mejor manera de matar el desarrollo personal y colectivo.

    Jorge

    febrero 6, 2014 at 1:11


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