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Aquí también hay que leer compulsivamente (LFC)

Obsesion (Sin Calvin Klein)

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De las cosas mas inteligentes que escuche en la carrera se la oi decir a Luis Moreno Mansilla y Álvaro Soto.
No me pidan que diferencie quien la dijo, para mi en aquel momento ambos dos eran como Ramón y Cajal, una unidad de destino en lo universal, o así.

En concreto la frase era: “uno hace sus proyectos con sus obsesiones”, parafraseo… la memoria.

Y en parte creo que llevaban razón. Ya saben, yo no soy mucho de dar conferencias. He dado una en mi vida y no se si gusto mucho. No me tiraron sujetadores, eso seguro, y sin embargo supongo que una buena conferencia seria una que versara sobre las cosas que me obsesionan. O que creo que me obsesionan. Sin intentar explicar si están en lo que hago, o si dejan de estarlo. Creo que porque lo mas divertido de todo es que ni yo mismo lo se.

Así que, a modo de prueba, y mientras escribimos sobre algo que nos gusta (By popular demand), aqui os dejo lo que me obsesiona (o parte, al menos):

Me obsesiona esa arquitectura que aparece sola. Que se construye sola sin arquitectos, sin constructores y casi sin clientes. La de la casa de mis abuelos, reconstruida mil veces.

Me obsesiona aquella pareja de ancianos de la primera cosa que hice y vi construir (En rehabilitación autonómica). Un baño sencillo en una antigua cuadra, para una casa que llevaba 90 años sin el. Me obsesiona recordar la cara de felicidad de ambos. Y lo vacuas que me parecieron otras cosas.

Me obsesionan John Coltrane y Charlie Parker. Y creo que por muchas veces que escuche Ornithology nunca dejare de sorprenderme.

Me obsesiona la estaticidad de cámara de John Ford.

Me obsesiona el principio de «Silverado«, con esa cabaña que se ilumina con la luz que se filtra por los agujeros de los balazos que la atraviesan.

Me obsesionan las esquinas de los edificios de Mies.

Me obsesiona la delicadeza quasi moral de los acabados japoneses. Me obsesiona su forma de envolver las cosas. Sus recipientes.

Me obsesiona la fachada del edificio de Todds de Toyo Ito. Me obsesiona haberme pasado media hora “sobando” el hormigón para sonrojo de mi santa, en pleno viaje de novios.

Me obsesiona la Guerra de las Galaxias. Me obsesiona pensar que en el episodio IV (El que se estreno primero) el fallo en el blindaje de la Estrella de la Muerte…. era culpa de una subcontrata.

Me obsesiona la letal perfección de un AK-47, casi tanto como odio lo que representa. Bella como una maquina para la guerra, decía siempre Antonio Miranda.

Me obsesiona Preston Tucker.

Me obsesionan los Sven de “How I Met Your Mother” (Y el magnifico post de Julen y Nieves en Multido).

Me obsesionan las plantas de Louis Kahn. Imposibles de repetir sin parecer un completo imbecil. Y cuando las visitas…. Tan magnificas. Me obsesiona el Erdman hall en el Bryn Mawr College.

Me obsesionan las plantas de Enric Miralles, en parte porque son como un menú de Ferran Adriá. Don únicas, magnificas a su manera, pero han generado una cantidad de cancamusa inimaginable.  Me obsesiona su texto «Como acotar un croissant»

Me obsesiona el pabellón de España de Corrales y Molezún.

Me obsesiona la Yamaha V-Max y el Aston Martin Vanquish

Me obsesiona el vuelo de un halcón a mas de 250 km/h

Me obsesiona el Señor Spock. Me obsesiona soñar repetidas veces que bajo con el a un planeta y llevo, para mi desgracia, una camiseta roja.

Me obsesiona Kubrik.

Me obsesiona Dashiell Hammet.

Me obsesiona el poco apego que le tengo a Le Corbusier y el muchísimo que le tengo a Charles Rennie McKIntosh.

Me obsesiona el mar de noche. Me aterra de hecho. Mucho.

Me obsesiona la grava rastrillada del jardín del templo de Ryoan-Ji. Casi tanto como su pared de adobe “frito”.

Me obsesiona tener jaquecas repetidamente.

Me obsesionan las calles  en las que crecí, que ya noson las mismas. O quizá que si sean las mismas y yo no.

Me obsesiona el marcador de Nadia Comaneci, marcando un 1.00 en vez de un 10.0 por que nadie pensó que alguien pudiera llegar jamás a sacar un diez.

Me obsesiona que Nadia le ganara al marcador.

Me obsesiona Juan Belmonte y su relación con Jose “El gallo“. la pasión y la técnica. El hacerlo de determinada manera por no poder hacerlo de otra y el hacerlo manera perfectoa por no saber hacerlo de otra.

Me obsesiona “El guardián entre el centeno”.

Me obsesiona Truman Capote. “Música para camaleones” especialmente.

Me obsesiona Peter Sellers.

Me obsesiona «Mon Oncle» de Jacques Tati.

Me obsesionan esos viejos Maestros de obra, que aun pueden encontrarse en mi tierra, con esa sabiduría de años en las manos.

Me obsesiona Hokusai.

Me obsesiona sentirme asqueado de la política. De cualquier política. De toda la política.

Me obsesiona el proceso por el cual las ideas se petrifican.

Me obsesiona saber que una línea en un papel, es muchas mas cosas que una línea en un papel.

Me obsesiona el vértigo de la hoja en blanco.

Me obsesiona Charles Bukowski.

Me obsesiona no obsesionarme con Won Kar Wai. Ni con Bruno Latour.

Me obsesiona pensar que Lars Von Trier es imbecil.

Me obsesiona Carroll  Shelby.

Me obsesiona Les Paul.

Me obsesiona Led Zeppelin.

Me obsesiona Kevin Lynch.

Me obsesiona Bernini [Y el éxtasis de la beata Ludovica Albertoni que es de todo, menos místico].

Me obsesiona la Villa Malaparte.

Me obsesiona Futurama.

Me obsesiona leer.

Me obsesiona tener un cierto apego por los objetos que han estado en mi vida. Mis primeras gafas, la bola de la palanca de cambios de aquel Seat Panda Black destartalado, pero fiable y robusto, que fue mi primer coche, el ultimo estilógrafo que utilice, una hoja de examen de la escuela de mi ultimo examen….

Me obsesiona Tony Soprano. Todos somos en parte… Tony Soprano.

Me obsesiona San Juan de la Cruz.

Me obsesiona Rainer María Rilke.

Me obsesiona Borodin.

Me obsesiona el primer movimiento del invierno de Vivaldi.

Me obsesiona “El hombre tranquilo”. Casi tanto como adoro a Michaleen Oge Flynn.

Me obsesiona no ser capaz de ver “El enigma de otro mundo” a mis 35 años (¿Añazos?) con la luz apagada.

Me obsesiona Klimt.

Me obsesiona “La anunciación” de Frangelico. En parte porque creo que lo que me obsesiona son los lugares que no siendo nada especifico son mucho, o siendo mas claro, los recibidores.

Me obsesionan los recibidores de Aalvar Aalto.

Me obsesiona la casa Eames. Y el sillón.

Me obsesiona un Jumbo 747 al despegar.

Me obsesiona la olla de la casa de la cascada (La esfera roja de la foto). Y la estrechez de sus puertas.  Y el lugar.

Me obsesiona la sección transversal de la estación de Atocha, mil veces dibujada cuando era estudiante de primero (Y de segundo de primero).

Me obsesionan las huellas, las marcas, los desgastes, los rozamientos, las erosiones. Los peldaños de madera de la casa de mis abuelos en Reina Victoria, alabeados por el paso de años.

Me obsesiona el McGuffin. O no me obsesiona, no estoy seguro.

Me obsesiona hacer las cosas siempre de la misma manera. O mejor dicho, no hacerlas.

Me obsesiona El Gran Vidrio, o en su nombre original La mariée mise a un par ses célibatataires, meme.

Me obsesiona Marinetti, y su pasión por la velocidad. De la misma forma que lo hacen los dibujos de Sant Elia.

Y hablando de dibujos, me obsesionan los de Hugh Ferris y sobre todo el libro “La transfiguración de la noche”, que compre el primer mes de carrera, hace ya muchos años, y aun guardo.

Me obsesiona la posición de guitarra de Jimmi Hendrix, con el mástil encordado al revés.

Me obsesiona el cine de Dreyer.

Me obsesiona “Cielo sobre Berlín”

Me obsesiona Will Eisner, y que cualquiera que haga un concurso debería leer “El Comic como Arte Secuencial”. También deberían todos leer “The Building”.

Me obsesiona el miedo callado que me produce Al Pacino en El Padrino parte II.

Me obsesionan las ventanas de Alejandro de la Sota.

Me obsesiona John Cage.

Me obsesiona Leonard Cohen.

Me obsesiona que Autocad no funcione en Mac.

Me obsesiona que Autocad nunca encuentre el contorno….. Aunque este el contorno.

Me obsesiona  “El Hotel New Hampshire” de John Irving. Lo releo casi todos los años. Casi siempre en verano. Me pasa lo mismo con “El Guardián Entre el Centeno”. Me pasaba con “El Señor de Los Anillos”, pero dejo de pasarme.

Me obsesionan los pilares infinitamente esbeltos de los años 70. Me obsesiona esa arquitectura de los 60 y 70 tan rabiosamente moderna y pop…. Y tan anónima.

Me obsesiona Turner.

Me obsesiona Karl Friederich Schinkel. Especialmente el Altes Museum.

Me obsesiona el Museo Judio en Berlin de Daniel Libetskind. Especialmente la planta sótano.

Me obsesiona la cómica domesticidad de Los Picapiedra.

Me obsesiona mi trabajo. Me apasiona mi trabajo. Me ilusiona mi trabajo.
Me obsesiona no imaginarme en otra profesión.

Me obsesiona escribir.

Supongo que me obsesionan muchas mas cosas, y que de la gran mayoría ni siquiera soy consciente. Sospecho que se pasean por lo que hago con la misma facilidad con que dejan de hacerlo.

Sospecho que al final, es cierto que los proyectos (O en general todo lo que uno hace en esta vida) se hacen con nuestras obsesiones.

Written by Jose María Echarte

agosto 17, 2009 a 23:00

Publicado en cogitationes privatae

23 respuestas

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  1. ummmh, bien, yo diría que ha sobrepasado su sesión de psicoanalisis en unas 50 obsesiones de una sola sesión,
    de castigo me va a rezar a dos padres nuestros eh?

    respecto al gran vidrio me da 404 not Found, (tendrá que ver con el Klein el Calvo)

    anarkasis

    agosto 18, 2009 at 7:24

  2. No hace mucho que os sigo y nunca habia comentado nada pero cuando he leido lo del edificio Tod’s se me ha escapado una sonrisilla… Por suerte para mi santa, era de noche y no había mucha gente cuando llegamos a esa parte de omotesando!

    Enhorabuena por el blog!

    xU

    agosto 18, 2009 at 7:55

  3. No me parecería mal de vez en cuando tener que hacer una revisión a las cosas que de verdad nos gustan, nos motivan, nos azuzan. Nos ayudaría a constatarlas y buscarlas con más ahinco.
    Echo de menos quizá referencias menos cultureras, pero porque yo seré menos culturero, o yo que sé. Sí que es cierto que me pone mirar esa esquina de Mies mil veces o imaginarme siendo Holden Cauldfield. Pero también buscar el punto de cuajado del huevo y la fritura de las patatas para que me quede la tortilla como le quedaba a mi abuela, aunque sepa que nunca saldrá igual de rica.
    Y a veces quisiera que en vez de obsesionarme con cosas complejisimas, pudiera disfrutar más de las sencillas.
    Un saludo

    okonomiyaki floral

    agosto 18, 2009 at 8:26

  4. Con respecto a la Estrella de la Muerte, Kevin Smith dio en el clavo

    – Seguro que tuvieron que contratar a trabajadores autónomos; albañiles, fontaneros, electricistas…
    – Quieres decir que no eran imperialistas.
    – ¡Exacto! Para poder construirla rápido y en secreto había que contratar a civiles (…) Todos esos pobres trabajadores también mueren!

    Karpol

    agosto 18, 2009 at 10:24

  5. Ups, lo siento, arreglando enlace.

    Es cierto, Oko. Me han faltado algunos o quiza muchos mas, ya he avisado que no estan todos. El tomarte una caña en la playa, sentado en la orilla con el agua a los pies. El hacer los huevos fritos con puntillica, y mil cosas mas!!!. Esto dara para otro, quiza llamado «The bare necesities» en homenaje a esa magnifica cancion en su version del gran Satchmo.

    Y lo de Kevin Simth es insuperable, es cierto Karpol.

    xU, ¿No me digas que tu tambien arrastraste a tu costilla a un impagable tour de sobeteo de paredes y juntas por Omotesando? Aun recuerdo la frase «Cariño, deja de palpar el hormigon que te miran raro hasta los japoneses del Cos-Play». ^_^

    jmer73

    agosto 18, 2009 at 11:23

  6. rhevan

    agosto 18, 2009 at 14:52

  7. Jajajajaja. Magnifico Rhevan.

    jmer73

    agosto 18, 2009 at 15:13

  8. Hay mucho donde rascar en esta entrada, pero solo dire que me decepciono enormemente el Museo Judio de Libetskind, que me preocupa que Autocad no funcione en Mac, que me emociona contemplar los planos y dibujos de Miralles, que me he imaginado a Antonio Miranda diciendo «Bella como una maquina para la guerra…tio» con la boca torcida a lo Stallone y que cada dia se va desvelando aqui un mayor nivel de frikismo por parte del autor. :)

    todo muy sano.

    AH!…Inmenso Randal.

    Iñigo

    agosto 19, 2009 at 7:42

  9. jmer73: como dicen los piratas «un libro abierto es hoy mi corazón»… Me quedo con Futurama y Led Zeppelin y tengo una imitación de la Les Pauls que compré al terminar la carrera; para la original no había pasta. Algún día haré mi lista, aunque sea sólo como terapia privada.
    Y todo es arquitectura.
    Saludos.

    JCM

    agosto 19, 2009 at 9:09

  10. Bueno, antes de nada, se agradece una entrada tan positiva.

    Muy largo, mucha información, una estructura obsesivamente reiterativa y acertada.

    Es extraño ver de golpe todo eso, todas las obsesiones, pero explican, de gran manera, parte d la trastienda del blog.

    Saludos

    Álvarez del Vayo

    agosto 20, 2009 at 16:06

  11. Sí, yo también agradezco el enfoque positivo.
    Siento discrepar en un 80% de sus obsesiones positivas, pero mejor así, no todos cortados por el mismo patrón. Por citar un ejemplo dentro de un ejemplo, ya es raro que austed le atraiga Kahn «el malo», segun A. Miranda. Y otras moderneces que parecen responder a ese show business que tanto detestamos: no me parece lo mejor de Ito, precisamente, el proyecto que cita, y de Libeskind me duele hasta teclear el nombre, en fin. Pero muy bien, oiga, cada uno con sus obsesiones y alegrías. Y que crezca la lista. Y si es con cosas ajenas a la arquitectura, mucho mejor!
    Mi obsesión principal serían las mujeres, y a Niemeyer le ha dado buen resultado, jejejeje. Todo es saber mirar.

    Trumbo

    agosto 24, 2009 at 15:13

  12. Ey, muy buenas JM y compañía, como se nota que el 73 del seudónimo no es casual,jeje.
    Aunque solo sea para llevar la contraria en algo de este «enfoque positivo» tan requerido yo desplazaría al Tío Toyo y su edificio Todds a la entrada anterior, en la categoría de «hago un cubo, lo mapeo-con-lo-que-encuentre, le doy grosor y resto volúmenes».

    Saludos cordiales

    Pablo

    agosto 24, 2009 at 18:23

  13. Jajaja, gracias Trumbo. Una gran frase de Miranda, por otra parte, me da que ambos le hemos eschuchado mas de una vez. Quiza es el resultado de un viaje a EEUU hace ya… muchos años…con la catedra de los Pepes, la juventud que tira, y reconozco que los famosisimos baños de la comunidad judia no me dijeron nada. Sin embargo me gusto el edificio de Bryn Mawr.

    Lo de Libeskind me resulta extraño hasta a mi la verdad.

    Y de lo de Toyo, lo que me alucina es el hormigon. En general el hormigon en Japon es obsesionante.

    jmer73

    agosto 24, 2009 at 19:02

  14. La más recordada conferencia en la que haya estado fue una de Enric Miralles en la escuela, hablando claro está de sus obsesiones…. de Miralles pasaría a Parker, hay algo en ellos común, su virtuosismo, su voluntad transformadora y exploradora de los límites de la disciplina, disciplina que digo? con gente así es imposible usar esta palabra para definir su obra.Geniales e irrepetibles.

    Me obsesionan menos las esquinas de Mies desde que vi las fotos de Ezra Stoller del Seagram:
    http://www.artnet.com/Artists/LotDetailPage.aspx?lot_id=1CE6EABD4FAEF17A

    Y alguien sabe como hacen los hormigones en Japón (tb en Suiza)??? A como va el m2 de muro?

    Todos somos en parte… Tony Soprano (me llega al alma esta frase, solo le quitaría «en parte»)

    joan sure

    agosto 26, 2009 at 10:00

  15. Demasiadas obsesiones para un solo post…

    almalé

    septiembre 4, 2009 at 22:21

  16. Sorprende. O no. Serà que todo lo que te obsesiona, lo ha producido un hombre (en el sentido biológico de la palabra). Asco de historia del arte, que entierra a la mitad de la humanidad.
    Soy arquitectA

    ines

    abril 1, 2010 at 21:05

  17. Me divierte que Ines se haya molestado en mirarles el genero a todos los que salen en este post al leerlo.

    jmer73

    abril 2, 2010 at 0:49

  18. Hola Inés, yo también soy mujer, pero cuando me preguntan a qué me dedico, siempre que soy arquitectO.

    Soy «la arquitecto».

    María

    abril 2, 2010 at 9:31

  19. Si desentierras la otra mitad de la humanidad se te acusará de cosificación de la mujer… :D

    Aysch, debe de ser difícil acertar.

    Bea Solache

    abril 4, 2010 at 13:39

  20. Muchachos, parafraseando a aquel: soy arquitecto, pero díganle a mi madre que toco el piano en un burdel. Les leo asiduamente desde que me enteré que existían, y como me gusta muy particularmente este post, por la intensidad en la coincidencia de algunas de las obsesiones; aprovecho para darles la enhorabuena por el blog -que tenía yo ganas hoy….-, que es de una sensatez reparadora en estos tiempos que corren. Medicina y golosina en una toma…. A seguir ‘asín’.

    Estanis

    abril 15, 2010 at 22:50

  21. Jajaja muy bueno lo del piano. ^_^

    Muchas gracias por los elogios y me alegro de coincidir en las obsesiones. Seguiremos asin, y usted que lo lea.

    jmer73

    abril 15, 2010 at 22:55

  22. Rescatando este post del olvido por que me encanta.

    Karen H.

    marzo 10, 2011 at 20:27

  23. Gracias Karen. ^_^

    jmer73

    marzo 10, 2011 at 20:29


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