Sin Representantes

Si están ustedes colegiados en este Celtibérico país, en alguna de las minisucursales que rigen nuestros destinos como arquitectos, les llegara una revista editada por el CSCAE llamada ARQUITECTOS.

(Nota aclaratoria, Minisucursales: Dícese de los colegios, atomizados, separados, independientes, cada uno a su bola y algunos de tamaño minúsculo que tan ufanos decidimos crear mientras otros que demuestran día tras día que son, si no más listos, si mas espabilados, decidieron crear UNO SOLO, pero más gordo, y por tanto, con más poder. Divide y vencerás decía aquel. Aquí no ha hecho falta. Nos hemos dividido solos. Somos así de preclaramente imbéciles).

Como decíamos. Que les llega la revistita de marras.

A parte de fotos de los plenos de consejeros, de Carlos dirigiendo nuestros destinos en lo universal y de artículos mejores o peores, la revista sirve en muchos casos de órgano propagandístico de las cosas del CSCAE sean o no del interés de los Arquitectos que la pagan.

Vean, que en el CSCAE la torta, o la pájara mental, o el atontamiento (a su gusto lo dejamos) estaba a la orden del día era algo que en esta santa casa veníamos sospechando hace años. Algunos lo vivimos de primera mano cuando a los Colegios Andaluces en una reunión se nos afeo nuestra presencia allí por parte de quien era secretario del Colegio de Cataluña en aquel entonces. La Secretaria del CSCAE no solo no le puso en su sitio sino que poco menos que le dio la razón. Los croissants del catering, obedientes como somos, los cortamos en 8 porciones, no se fuera a molestar alguien. El café lo bebimos con 8 pajitas.

En fin, que no esperábamos que refundaran el capitalismo ni cosa que se le pareciera las preclaras mentes que nos (des)gobiernan. Pero una cosa es estar con la torta y otra ser la torta misma.

Vean, el titulo de la revista arquitectos de este mes es “SIN RECURSOS”.

Y en un juego de palabras digno del más irónico y sutil humor ingles, en un alarde de maquetación que haría revolverse a Saoul Bass en su tumba, lo colocan al lado del nombre de la revista.

¿Resultado?

Un librito NEGRO (Para dar ánimos sera) cuyo título es:

ARQUITECTOS SIN RECURSOS.

Toma geroma, pastillas de goma.

¿Ustedes esto lo han mirado bien o tenían salmonela las empanadillas del Embassy de abajo y les ha anidado en la parte del cerebro de “No hacer bromas con las cosas de comer”?

Perdonen que les digamos pero recursos, nosotros, tenemos muchos.

Lo que no tenemos es trabajo. Repitan con nosotros que no es tan difícil. TRA-BAAAAAA-JOOOO.

El interior de la revista ya es para caer a partes iguales en la risa tipo  Joker o para llorar a mares.

Y no es que los artículos sean buenos malos o regulares. No se trata de eso, como en todas las revistas los hay mejores y peores, interesantes y menos interesantes.

Es que con la que está cayendo, y tratándose de un numero de PRESENTACION DEL CONGRESO DE ARQUITECTOS (ya saben, en Valencia, a precio de Conga), parece una tomadura de pelo que me vengan ustedes a contar la disposición urbana de Nueva Delhi del norte (Donde creo que están haciendo muchísimos planes generales y los estudios de detalle son idénticos a los de aquí, por otra parte) o la recuperación de áreas degradadas de Medellín, Colombia.

Nada sobre el estado de la profesión o sobre «la falta de recursos» a la española.

Nada sobre la ingente cantidad de falsos autónomos que pueblan las filas de los colegiados españoles.

Nada sobre la absoluta dejación de muchos Colegios y del propio Consejo en perseguir de forma implacable la contratación pública directa (Y donde dice directa, léase” a dedo”) o los concursos chafarderos que pueblan el panorama español, algunos incluso con la anuencia y las bendiciones de nuestras propias instituciones.

Nada sobre el sistema educativo de la Arquitectura en España. Nada sobre la ingente cantidad de escuelas que han proliferado como churros en la geografía patria. Nada sobre las escuelas privadas que suman y siguen.

Nada sobre la desestructuración de la profesión. Sobre su atomización constante. Sobre su pérdida de prestigio, en gran parte autoprovocada.

NADA DE NADA.

Y repito, nos interesa sobre manera la entrevista con Yatin Pandya. Nos parece curioso el artículo sobre el empleo de botellas de polietileno como material de construcción, pero oigan ustedes:

¿Es el momento de todo esto o creen ustedes que lo es de espabilar y ver como salimos del trance y de dejar para otra oportunidad los inventos con gaseosa, independientemente de la calidad de la gaseosa?

¿Ustedes saben ya que los arquitectos más jóvenes están trabajando como ADMINISTRATIVOS porque no encuentran otra cosa?

¿Se han enterado de una maldita vez de que un porcentaje altísimo de ellos está en el PARO sin PARO, viéndolas venir (muy negras por otra parte)?

¿Creen ustedes que la solución es asimilar España, y la actual de crisis financiera y profesional, a la de las zonas más desfavorecidas de la India o a Medellín? ¿Son ustedes así de simplistas, así de cortos de miras?

¿Saben ustedes desde sus bien pagadas poltronas que en este país hay programas de rehabilitación de infravivienda que se asemejan muchísimo a lo que ustedes cuentan? ¿Saben acaso que muchos de ellos están DESAPARECIENDO, eliminándose una fuente de trabajo para arquitectos jóvenes?

No son los arquitectos los que no tiene recursos.

Lo que no tendrán es presupuesto. Algo a lo que muchos, y más si trabajamos para la administración y no somos Divinísimos de la muerte, estamos más que acostumbrados. A eso y a que nos paguen muy por debajo de la estimación de honorarios normal, mientras a Foster o a Zaha o al que toque en ese momento, se les sueltan los millones de euros como si fueran del Monopoly. De esto en el CSCAE tampoco saben nada. Tampoco dicen nada. No vaya a ser.

Lo que no tendrán es medios económicos.

Muchas cosas pueden no tener, pero no recursos.

Recursos, para nuestra suerte, los arquitectos de este país, los que realmente lo son, tienen muchos.

No será por lo que les ayudan sus instituciones, con el CSCAE a la cabeza, porque igual de claro que tenemos lo de los recursos, tenemos que en este país, en este momento, el titulo real debería ser:

ARQUITECTOS  SIN REPRESENTANTES.

Y al que le pique, que se rasque. En Valencia. O con la revista de marras.