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Aquí también hay que leer compulsivamente (LFC)

Venderse

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Bienvenidos al mercado fenicio.

Este fin de semana EPS publicaba una entrevista a Joaquín Torres. Como imaginan, provocó –como casi todo lo que rodea a Torres- una avalancha de comentarios en twitter. La mayoría se tomaba a chicota el contenido, no sin falta de razon. El documento no tiene desperdicio.

Torres, a través del twitter de su estudio, protestaba porque no se reconocía en ella. Lo hacia en respuesta a la arquitecta (En ciernes) y tuitera @unbreakmypants, con estas palabras:

Tu crees q yo me» vendería» de una manera tan frívola y absurda …. Jesús rodriguez me ha utilizado

El caso es que, obviando la entrevista al menos en lo literal, soy de los que piensa que si. Es decir, que si creo que se vendería de una manera tan frívola y absurda.

De frívolo calificaría ese interés por contarnos si sus clientes tenían antes de pasar él por sus vidas unos muebles horrorosos que guardaron en una esquina de la casa. O de saber si Zidane quería un palacete de Versalles o si su mujer Veronica manda mucho. Frívolo es, en mi diccionario, quien airea las deudas de sus clientes, contándonos de paso si la mujer de uno de ellos tiene manías de decoradora sobrevenida. Frívolo es hacer gala de si la casa de Pe y Ja(vier) es así o asá, o si son muy accesibles.

Frívolo, si no otra cosa, es contarnos lo muy lejos o muy cerca que pusiste las habitaciones de tus hijos (entre otras lindezas).

Frívolo es radiar en prime time si tus clientes son, o dejan de ser, unos ceporros intelectuales.

Y creanme, en ninguna de las referencias anteriores me ha hecho falta la entrevista de EPS.

Pero seamos realistas, si no literalmente, la entrevista si repite en espíritu las obsesiones del discurso de Torres. Las que le hemos visto desgranar en cantidades ingentes de periódicos, revistas y programas televisivos de dudosa catadura.

A saber: El sabe venderse muy bien (Nadie lo niega), él tiene muchísimo trabajo (Enhorabuena, sincera), la profesión le tiene manía y por eso no le reconocen, él trabaja para sus clientes y no para las revistas etc, etc…

De todas, tengo especial predilección (friki, pero predilección) por estas dos últimas. Soy de los que piensan que a la profesión le importa muy poco Joaquín Torres, el personaje. Y menos aun Joaquín Torres, el arquitecto. Y que con sus resultados, y creyéndonos su afirmación de que el trabaja para sus clientes, a él debería importarle igual de poco que le miraran o no con ojitos de deseo en ElCroquis, o en la profesión.

Afirmar que toda una profesión te deja de lado, o te ningunea, o te hace luz de gas o llámenlo como quieran, es para mi un ejercicio de soberbia que oculta un cierto complejo de inferioridad mal llevado. Lo primero porque estas asumiendo que tu obra es, por real decreto o por salir en la televisión, digna de admiración. Lo segundo porque esa negación, tantas veces repetida, hace sospechar que lo que se quiere realmente –como el visir Iznogud– es ser Califa en lugar del Califa, y pertenecer al grupo de arquiestrellas.

Así, resulta casi cómico que Torres critique a los arquitectos de chaqueta de Prada y portaminas en el bolsillo enfundado –según parece- en una de Tom Ford. Y resulta cómico por lo estético y también por algo mas profundo: Por que ambas subespecies de profesional, Torres y nuestras queridas archistars, viven en universos paralelos muy distanciados de una realidad que les es completamente ajena por mucho que se empeñen ambos en contarnos lo contrario.

Ya escribí en su día lo que, arquitectónicamente, me parece la obra de Joaquín Torres. Personalmente no me interesa. Es cierto, no tiene balaustradas. ¿Y? ¿A esa escasez intelectual hemos llegado que cualquier cosa que no sea un revival historicista nos parece ya, por obra y gracia, “moderna” y magnifica?

No se equivoquen, hay ranciedades que no se esconden debajo de cariátides, y a la obra de Torres se le ve demasiado la “admiración” por esas viviendas altoburguesas madrileñas de Vicens, pasadas por un “up to date” que en la ultima época se basa en “homenajear” demasiado a Zaha Hadid. Si Zaha ya es de por si un terreno abrupto para pisar, quedarse con lo banalmente estético del asunto, con las diagonales sobrevenidas, los paralelepípedos inclinados y una parametrización innecesaria, es partir de lo malo para quedarse con lo peor.

Pero no quiero extenderme demasiado. Repito, no me parece relevante.

¿Y a que estas líneas? La realidad es que no es la de ElPais la única entrevista reciente que ha concedido Torres, personalmente me interesa –o me preocupa- mucho más esta otra del diario 5Dias en la que lo que parece estarse transmitiendo es la especie de que, ante la falta de capacidad para vendernos, la solución es el modelo Torres.

Estoy de acuerdo en parte, no sabemos los arquitectos vendernos, pero que quieren que les diga, si para vendernos tenemos que llegar a ciertas cotas de frivolidad o de exhibición de eso que una tronista de “Hombres mujeres y viceversa” llamaría “ser directo” y que no es sino pura indiscreción –cuando no mala educación-, prefiero seguir sin comerme un colin. La solución a nuestras muchas carencias, por mucho que haya quien se empeñe, no creo que pase por el mínimo común denominador. Por la rebaja. Por la frivolización hasta extremos insospechados. Por convertir la labor profesional en un reality en el que lo de menos sea lo que debería ser de más.

Podría Torres decir, no me extrañaría, que le envidio la cuenta de resultados. No soy imbecil, claro que se la envidio. Pero de nuevo, como tantas otras veces, y esto habría que grabarlo en el eterno mármol de las escuelas, no creo que el fin justifique los medios.

Puedo envidiar lo que gana Belén Esteban, y me refiero a la cantidad pura y dura, (Puede parecerme una vergüenza también) pero como comprenderán no me parece de recibo como lo gana.

En otras palabras ¿Todo es lícito para vender, para ganar? Respóndanse ustedes mismos, esa es su prerrogativa.

Supongo que la opción de Torres (O la de Esteban) es que si. Y, oigan, me parece perfecto. Viven ambos dos (Aparentemente) muy bien, mi enhorabuena a los premiados. En el lado oscuro, Torres ha sido carne de twitter este fin de semana. Torres, el personaje, que hace mucho eclipso a Torres, el arquitecto.  Servidumbres de la venta sin líneas rojas que imagino les darán igual a los interesados.

En lo que me atañe, los consejos profesionales de quien exhibe su vida (Y la de sus clientes) para vender(se), me interesan muy poco, me resultan cargantes.

Me lo resultan especialmente más, cuando vienen en forma de lecciones con moralina de la mala sobre lo que es “venderse”, sobre lo que es o deja de ser un pastiche y sobre a qué se debe y no se debe renunciar, que impartidas por según quien son -como poco- una burla.

Written by Jose María Echarte

abril 2, 2012 a 14:21

Publicado en Actualidad

28 respuestas

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  1. No seré yo quien defienda a J. Torres (no es precisamente santo de mi devoción), pero pienso que «el mayor desprecio es NO hacer aprecio».
    Es decir, la indiferencia: que este señor se dedica al marketing y pasa olímpicamente de la arquitectura, pues muy bien por él, nos gusté o no, es una opción lícita.
    El tiempo pone a cada uno en su lugar, y no creo que este señor sea recordado (más allá de las hemerotecas del «HOLA») dentro de algunos años.

    Otra cosa es la marabunta twittera que ha surgido estos días (sobre todo por parte de seguidores del señor @ArqtoEnfurecido haciendo mofa y risa fácil.
    El sentido del humor es síntoma de inteligencia, (siempre que no derive en el insulto), y las bromas fáciles que se han han hecho estos días por twitter son tan lícitas como el camino de mercantilista elegido por el señor Torres.
    Pero si de verdad quieren erigirse en «salvadores de la arquitectura» (y detractores de lo que no lo es), les aconsejaría (humildemente) dedicar sus esfuerzos a estudiarla, o tratar de sacar sus proyectos adelante, en lugar de emplear su tiempo en comentarios banales más improductivos e inanes, incluso que la obra del señor Torres.

    Ahora es cuando las host… me vendrán a mí.

    Anónimo

    abril 2, 2012 at 14:55

  2. ¿Éste hombre no era el que decía que le pagaba más al servicio de su casa, que a los arquitectos que estaban explotados en su estudio? ¿Qué decía que hoy en día es mas difícil encontrar un buen servicio que arquitectos buenos?
    Cuanto daño hace este hombre a la profesión.

    orchaos

    abril 2, 2012 at 15:00

  3. Me resulta sugerente estos últimos días la figura del señor Torres y su capacidad para generar debate. Personalmente, no lo considero en absoluto un buen arquitecto. Ni siquiera voy a entrar en detalles, y no estoy seguro de si se debe a que nunca lo ha sido, o si ha prostituido su arquitectura para adaptarse al nicho de mercado que le da de comer, que no deja de ser un grupo de, en general, horteras e indigentes mentales. Desde luego que lo que dice este señor suena a chiste, pero me parece que está claro que es una estrategia publicitaria más. Quizás sea un mal arquitecto, pero es un estupendo actor y publicista.

    Y aunque yo preferiría no seguir su senda, tampoco me importaría en exceso si fuese la única manera de ganarme las lentejas. Mejor que lo que ofrece el camino «tradicional», desde luego.
    Y es que, aparentemente (aunque lo mismo me equivoco), los becarios de este señor si cobran, y están razonablemente contentos, aunque tengan que olvidar todo lo que aprendieron en sus respectivas ETSA.

    Pero lo mejor de todo es la gente que se rasga las vestiduras con que venderse así es indigno. Pues igual si, señores, pero es que HAY que venderse, como sea. Y si no es como este señor, pues de otra manera. Pero hay muchos que olvidan que todos los «grandes» lo hicieron. Corbusier manejaba una engrasadísima máquina de compadreo político y autobombo, Mies tenía un equipo de marketing tan importante como el de delineantes. Aalto se aseguraba de que todo lo posible en sus proyectos llevase su firma, desde lámparas hasta sillas, porque hacía ahí tanto negocio como colocando ladrillos.
    Ninguno de ellos se detuvo ante nada para «vender», sólo que al estilo de sus tiempos. Y lo que para ellos pudo significar alinearse con regímenes dudosos o malvadas multinacionales, o auto-atribuirse la decisión de como debía ser la vida de la gente, pues en el siglo XXI puede que sea camelarse a millonarios rusos.

    Lo que resulta estúpido es quedarse sólo con el lado místico de los «arquitectos buenos», y convertirlos en mesías iluminados, cuando seguramente todos sean (o fuesen) de la misma especie que los de A-cero. Quizás, eso si, algo mejor arquitectos. Pero como si las entrevistas a Corbusier en su tiempo diesen menos grima…

    eriatarka

    abril 2, 2012 at 15:12

  4. El intercambio dialéctico de JT con @unbreakmypants en su TL (https://twitter.com/#!/unbreakmypants) no tiene desperdicio: ¡qué poco sentido del humor! ¿Que le han manipulado? Amigo, quien con fuego juega… Un abrazo, JMER.

    Andrés

    abril 2, 2012 at 15:13

  5. Anonimo, no creo que le caiga ninguna colleja. Aqui se puede opinar libremente. Creo snceramente que comete un error al confundir Twitter con el Benevolo, y hay que reconocer que la entrevista dejaba perlas muy tuiteables (si la interpretacion o la reinterpretcion va mas alla de lo razonable es algo que Torres debera aclarar con EPS). En general, todo el discurso de Torres es muy tuiteable, mas aun cuando se convierte uno en un personaje de forma voluntaria.
    No creo haber negado la licitud de nada, simpemente me pregunto si existe un limite a ese concepto de vender(se) a cualquier precio. En que nos difrenciamos de otras… llamemosle figuras mediaticas.
    Y lo del aprecio, en fin, ya digo que no me interesa su obra aunque si el fenomeno (Como me interesan otros fenomenos igual de…. ¿Trospidos?).

    Eriakarta, la pregunta, por tanto, tiene validez. Asumiendo que no se nos enseña, o que no sabemos, vendernos: ¿Es este el remedio? ¿Debemos banalizar tanto lo que hacemos, y quiza a nosotros mismos, para vender mucho?. Mi opinion esta clara en el articulo, asi como que lo que me molesta especialmente es que, precisamente el señor Torres, nos quiera explicar lo que es venderse y lo que no. Lo que supone renunciar a ciertos trabajos y lo que no. Que se nos venda, sin ambages, que Torres dignifica la vivienda unifamiliar (Cuando se me ocurren mil ejemplos de lo que es dignificar la vivienda unifamiliar alejadisimos de lo que hace JT).
    Difiero en una cosa con usted: «como sea» no me parece (nunca me ha parecido) una opcion valida para casi nada. En esta profesion menos aun.
    Por otra parte, no sera en esta santa casa donde vea usted a nadie quedarse con ningun lado mistico de ningun arquitecto, y menos aun llamarlos los «arquitectos buenos». Y la comparacion, aunque interesante, no tiene nada que ver con el asunto. Que Mies, o LC o Aalto fueran grandes comerciales de si mismos no les hacia frivolos con su labor.
    Me quedo con su frase: Estupendo actor y publicista, y vuelvo a plantearlo ¿Es eso lo que necesitamos? ¿Es ese el futuro? Cada uno debe responderse.

    jmer73

    abril 2, 2012 at 17:36

  6. Buenas!
    Coincido casi por completo con lo que comenta eriatarka, como ya sabes, querido Jmer.
    Yo es que, tras haber hablado directamente con él (epistolarmente, pero me vale casi igual), me quedé con l aimpresión de que lo que le sucede a Joaquín Torres es que cree vehemente en cada palabra que sale por su boca. Creo que mucho más inocente y simple de lo que a veces se le quiere hacer parecer. Y me parece muy sincero.

    Como dije el otro día en facebook, sinceramente, tanta crítica empieza a cansar. Él va a seguir haciendo lo mismo…no sería mejor ignorarle? Quiero decir: Al final, toda crítica a lo que haga en los medios me parece completamente infructuosa: es libre de hacer lo que hace, nos guste o no, y no representa más que a su marca. No va de representare de «los arquitectos»…y si el público que le ve hace ese silogismo, debemos preguntarnos: ¿Debemos/queremos entrar en ese juego? Es decir, si tanto nos molesta que «su» público asocie su figura como el paradigma del arquitecto, es porque ese público nos importa. ¿O no?. Si no interesa su público, ¿no deberíamos ofrecerles alternativas y «iluminarles»?
    Él juega con un tipo de cliente al que sabe cómo alimentar.

    Y por otro lado, es arquitectura privada, con lo que tampoco puedo decir nada más allá de «me gusta» o «no me gusta»…porque no me afecta lo más mínimo.

    A veces tengo la impresión de que si estuviéramos en los tiempos de Wright, LC, Mies… algunos no dejarían títere con cabeza. (y sobra decir que no estoy comparando a uno con los otros.)

    Daniel-CCAD

    abril 2, 2012 at 18:11

  7. «Dijo Aritistipo a Diógenes cuando le vio cenar lentejas: Si aprendieras a ser sumiso al rey, no comerías lentejas. Diógenes replicó: Si hubieras aprendido a comer lentejas, no tendrías que adular al rey.»

    Claro que hay que venderse, cada cual por su camino.

    geciar

    abril 2, 2012 at 20:45

  8. Yo lo resumiría en:
    Es un compañero. Tiene trabajo y parece que le va bien. En ese punto le respeto. Su trabajo me puede parecer lo que sea, pero ahí está, como el de cualquier otro.
    Ahora, jugando con los medios te puedes quemar. Si fuera tan chachi, no sería tan difícil mantenerse popular forever. Torres va por mal camino mediático. Y esto es sólo el principio.
    Peeeeeeero , mientras tanto, que le quiten lo bailao!

    Mr_L

    abril 2, 2012 at 20:57

  9. Dani, en el texto queda claro que me parece perfecto que Torres haga lo que quiera. Como me parece que belen Esteban es muy libre. Como somos libres los demas para comentar la jugada, sobre todo cuando esta se convierte en un personajeo constante. No me parece serio (Por coherente) hacer lo que hace Torres (Repito, alla el) y despues ir quejandose de amarillismo, cuando el primero que amarillea (y mucho a veces) es el.

    Pero esto es solo el fenomeno, que repito, me interesa como frikada y poco mas y es altamente ignorable como bien dices. Lo que critico no es que se venda el o no, lo que critico es que en las ultimas entrevistas esta tomando un tonito algo mesianico (sin ir mas lejos en la de 5Dias de la que hablamos y que el mismo ha puesto como ejemplo en su twitter) con si el resto de la profesion se ha vendido, o no se ha vendido, o son unos puristas, o lo dejan de ser. No me negaras, que estando las cosas como estan, decir que el ha renunciado a mucho y que hay armas para no hacer pastiches…. parece como poco aventurado. Y si bien el es muy libre de decirlo (Siendo muy directo) yo lo soy de opinar (Y nunca mejor que eneste caso, personajizado) que me resulta frivolo y que cuando se pone a dar lecciones es cargante hasta el extremo.

    No me diras Dani que ciertas frases Torresianas son especialmente sangrantes. Y no me refiero a las mas frivolas, las que se refieren a su trabajo, que tanto me dan.

    Ahora no se si deberia decir aquello de Spiderman, del gran poder y la gran responsabilidad… jajajaja, que no se si es de aplicacion. ^_^

    jmer73

    abril 2, 2012 at 21:05

  10. Veamos, yo no pienso que el camino a seguir sea el que sigue el señor Torres. Pero pienso que es un camino válido, si no para todo el mundo, si para cuatro o cinco arquitectos que se ocupen de ESE nicho de mercado. Que es un mundo frívolo y banal, que no es más que el 1%, y en el que yo, mientras pueda elegir, preferiría no meterme. Pero ese mundo responde exactamente a lo que ofrece A-cero, y en ese sentido, es un acierto total. Y si toca, pues a lo mejor hay que aguantarse, y en ese caso sería probablemente frustrando gran parte de mis aspiraciones profesionales, pero como el que trabaja en una cadena de montaje, oiga, que se le va a hacer…
    Eso si, ese mundo, y esos arquitectos, han existido siempre… paralelamente a las villas de Neutra en California, se hacía mansiones neo-coloniales con mármoles de colores… Nadie se acuerda de ellos ahora, pero tampoco los crucificamos, y no creo que dijesen cosas más razonables.

    Mi reivindicación, en todo caso, va en el aspecto de «venderse», no necesariamente como A-cero, pero si de alguna manera. ¿Qué si vale todo? No, probablemente no. Pero es curioso que algunos tengan unos códigos éticos tan estrictos para «ser frívolos», pero no tengan problema para trabajar gratis, por ejemplo. En cualquier caso, no va precisamente por los argumentos de esta «santa casa», con los que coincido en la mayoría de las ocasiones. Mas bien es otro grito al sol, de esos que me permite mi derecho al pataleo, jeje…

    eriatarka

    abril 2, 2012 at 21:11

  11. Mucho juicio moral
    Le estais haciendo la cama.
    Si es el enemigo hay que actuar y no hacerle aventurados psicoanalisis ( complejo inferioridad etc)
    No hablar de el 1o, y luego reflexionar el porqué personajes asi son demandados por la sociedad. Que es en quien hay q cagarse.

    Mimí

    abril 2, 2012 at 21:39

  12. jmer73, sigo manteniendo mi opinión. No creo confundir twitter con el Benevolo, y reconozco que la entrevista pudo dar para ALGÚN twit gracioso. Quiero remarcar: ALGÚN.
    Porque tras lo visto se me ocurren dos posibles análisis:
    1. Que más que buscar el humor, lo que se buscaba el otro día en twitter era la captación gratuita de followers a través del ensañamiento (hasta llegar a un punto dónde lo «gracioso» se convierte en aburrido) por parte de ciertos usuarios.
    2. Que la campaña publicitaria, que le estamos haciendo entre todos al señor Torres, le está saliendo completamente de gorra. Y me da la impresión de que se siente muy cómodo en estas situaciones. Porque aunque se estuviese hablando mal de él, se estaba hablando.
    Y a esto pretendía referirme en mi comentario anterior. Si alguien que no merece el protagonismo que (cree que) tiene este señor por su obra arquitectónica, no se lo regalemos nosotros intentando hacer «el comentario más gracioso». Es decir, la solución para que la Esteban deje de salir por la tele, es no ver telecinco.

    Por otra parte, me parece bastante acertado el análisis que hace eriatarka (aunque en ocasiones lo lleva un poco al límite). Porque demuestra que el marketing no es incompatible con la arquitectura. Evidentemente la diferencia entre los grandes maestros que ha citado y el señor Torres, es la calidad de la obra arquitectónica (termino un poco excesivo en el caso de este ultimo).
    Un saludo

    Anónimo

    abril 2, 2012 at 22:30

  13. De acuerdo con todo
    Un saludo

    eriatarka

    abril 2, 2012 at 23:21

  14. Hola que tal? Por qué firma alguien con mi nombre?
    El de arriba no soy yo, aunque no se porque usa mi nombre si ni siquiera va a sembrar polémica…
    Mi «análisis» (palabra que me queda enorme) es, obviamente, una opinión dramatizada. Soy bastante dado a exagerarlo todo un poquito. Pero se entiende por donde van los tiros, no?

    eriatarka

    abril 3, 2012 at 0:00

  15. pues no, no se entiende

    erika

    abril 3, 2012 at 0:38

  16. Soy @unbreakmypants

    Por alusiones,

    No entiendo la necesidad de buscar aumentar followers en Twitter. No veo una razón, creo que nadie te paga por número, o al menos no estoy enterada de eso. Que oye, si es así, avisadme y soy la primera en unirme a la caza y captura del follower ;) En mi cuenta de twitter lo que importa el «buen rollo» con los que me siguen, de hecho sigo a la mayoría, e intento contestar a sus tuits siempre que puedo. Si alguno de vosotros me seguís, podréis dar fe de ello. Con muchos hablo también por DM. Si consigo followers es por el humor que intento imprimir a mis tuits, ironizando con temas del día a día, fundamentalmente de la vida de los que somos estudiantes de arquitectura. La mayoría de los que me siguen son gente que aún está en la carrera, como yo. Empecé con los tuits graciosos porque a mi los de @ArqtoEnfurecido me hacían un poco más llevadero el día a día, y dado que en mi vida real es raro el momento en que no estoy ironizando o buscando el sentido del humor en todo, ¿por qué no hacerlo también en Twitter?

    El tema JT me cabreó profundamente, porque creo que en el momento en el que estamos, ya no solo como arquitectos, sino como españoles, lo último que necesitamos es una figura que hable de la arquitectura en términos de puro marketing, en términos de lujo casi obsceno.

    En mis primeros tuits, con las fotos de los fragmentos de la entrevista, a la que yo tuve acceso el viernes, no le mencioné directamente a través de su nombre en Twitter, porque no buscaba difusión, ni que él me contestara. Buscaba generar reacciones entre mis followers, igual que las busco cuando ironizo sobre la cantidad de cafeína que ingiero al día o las horas de sueño del estudiante de arquitectura tipo. Podéis comprobar que fue él el que se metió en una discusión que, para ser sincera, creo que ni le iba ni le venía. ¿Cómo de relevante es mi opinión, esparcida sobre mis 500 followers, respecto de la difusión que tiene el que se enzarce en una discusión conmigo él, que tiene 16.900? Fue él y sólo él el que hizo que mis palabras cobraran una relevancia que no tenían, o que yo no esperaba que tuviesen. Yo tengo claro que si tuviera el nivel económico, social y empresarial que tiene él, tendría inteligencia para saber en qué discusiones me compensa meterme y en cuáles no. Soy una hormiga frente a un elefante. Es infinitamente obvio.

    Reconozco que le di caña sí, pero tampoco creo que hiciera leña del árbol caído en exceso. Es más, llegados a un punto, dejé de mencionarle mediante su nombre @a-cero… y cuando la situación se tensó demasiado (su famoso «tú a lo tuyo, sigue estudiando») pasé a hablar de él a través de su nombre y apellidos, para evitar que se viera obligado a contestar a mis tuits. Creo que en todo momento fui clara, y creo que muchas de las cosas que yo me atreví a decir, muchos otros las callaron por algún tipo de interés personal, laboral o de algún tipo. No gano nada con meterme con él. Pierdo la oportunidad de ser becaria remunerada suya, y seguramente de algún otro también. También pierdo followers, no creáis. Y los gano, por supuesto. Pero insisto, a ver si llega el día en que me paguen euro por follower, porque hasta entonces no le encontraré el sentido.

    Como estudiante de Arquitectura, me cabrea y mucho pensar que alguien pueda permitirse el lujo de decir que le aburre ir a la obra. Porque somos muchísimos los que pagaríamos por tener la oportunidad de aprender casco puesto, y tenemos que quedarnos con las ganas. Me cabrea y mucho pensar que se propone que la arquitectura intelectual ya no tiene cabida hoy día. Por esa regla de tres, ¿tampoco tiene cabida el arte que no vende? ¿Un buen libro deja de ser un buen libro si no alcanza un número de ediciones considerable? ¿Para qué me corrigen mis profesores en la carrera si al final lo de menos va a ser la distribución de una planta y voy a poder usar los materiales que me vengan en gana, financiados por el futbolista de turno?

    Por supuesto no estoy ciega, ni vivo en una ensoñación en la que pienso que, al terminar la carrera, podré dedicarme a aprender y hacer arquitectura de enorme calidad, para todos y además bien pagada y sin errores, no creo que mis obras cambiarán el mundo. Me gustaría poder creer que algún día podré construir algo. Por el momento no lo tengo claro.

    Como decía Juan Carlos Sancho el miércoles pasado en las Conversaciones Transversales en Nuevos Ministerios, no tiene sentido pretender acabar con, y ni tan siquiera ningunear a la arquitectura comercial. Está claro que está ahí porque tiene que existir. Hay mercado, y mucho, para ella, y tiene su propia forma. La ha habido siempre, como ya decís algunos. Pero por supuesto que la arquitectura intelectual también tiene que tener cabida. Y seguramente lo ideal sería que las dos partes estuvieran presentes en cada arquitecto, en cada uno de los edificios que se proyectan: el arquitecto como profesional, como intelectual, como persona que aspira a mejorar la sociedad, pero también el arquitecto como vendedor de su obra. Frivolizar con la marca de la chaqueta de cada tipo, y mira que a mi me gusta la moda, me parece aberrante. ¿De verdad la mayoria de arquitectos va por ahí presumiendo de chaqueta de Prada? Porque por fin empiezo a pensar que tal vez no me he equivocado de carrera, entonces.

    ¿En qué lugar deja a tu trabajo el que digas que tu forma de conseguir clientes es atraer a personas que, gracias a su incultura, falta de gusto y ansias de lujo y de picadero decide copiarle la casa a otro a quien tú se la has hecho primero? ¿Esa es la arquitectura que tendremos? ¿La del soy bueno porque gente sin cultura ni gusto así lo cree? ¿Por mis famosos y ricos prescriptores? ¿Porque salir en TV cada semana aumenta mis ventas? Porque en ese caso, creo que ni me molesto en hacer el PFC.

    Y sobre todo, me parece muy lícito que sea su forma de pensar, que por otro lado, es la que le ha granjeado la fortuna que el estudio le genera (sin contar con la de cuna), pero no me parece tan lícito que se permita el lujo de exponerla en un medio como El País Semanal tan a la ligera. ¿Por qué? Porque es una revista para toda la gente. No es una revista para arquitectos. La imagen que da un arquitecto en esa revista, para bien o para mal, cala y mucho en la imagen que una persona de cualquier otro campo tenga de la arquitectura en nuestro país, y de los arquitectos, porque, y aunque últimamente han entrevistado casi a uno por semana, no tenemos la suerte de salir representados tan frecuentemente en prensa como para generar múltiples y diferentes visiones. Lamentablemente las últimas noticias hacen que una sienta vergüenza del gremio (véase tema Calatrava), y como yo, mucha gente que no vive la arquitectura tan de cerca como nosotros.

    Si dices ciertas cosas (tergiversadas o no por el periodista, que ya en un fragmento habla de lo difícil que es saber distinguir qué le cuenta JT en petit comité y qué puede publicar libremente), no entiendo que te indignes porque surjan opiniones en tu contra. Lo bueno y malo de salir en la tele, es que a unos les caes bien y a otros no tan bien. Lo bueno además para él, es que consigue clientes que todos querríamos para nosotros.

    Como veréis no tengo un lenguaje técnico ni un millón de referencias a las que acudir. No impongo mi visión ni mi estilo porque creo que aún ni siquiera los tengo. Tengo toda una vida para adquirirlos. No me gusta ser radical nunca dando opiniones, ni creer que la mía es la única buena, porque, no sé si alegrarme o lamentarlo, cuanto más aprendo, más veo las carencias que tengo de aprender otras cosas. No busqué el ensañamiento fácil ni la popularidad, y visto desde la distancia, quizá hubiera sido mejor no contestar a sus tuits. Los que me conocéis en persona sabéis perfectamente de lo que hablo.

    Voy a parar ya, porque #NoPuedoTengoEntrega.

    Un saludo a todos :)

    @unbreakmypants

    unbreakmypants

    abril 3, 2012 at 2:30

  17. Apoyo y suscribo lo que escribe aquí arriba @unbreakmypants: ese tipo iba buscando guerra, y creo que ella pecó algo de ingenua en mantenerle la conversación, siquiera en contestarle la primera vez: aunque, ¿quién no lo hubiera hecho ante tanta grosería en su propia TL?

    Él vive de eso, es un exhibicionista, le da morbo, es su objetivo: en ese sentido, es un «troll» clásico de internet; lo demás (¿si arquitectura comercial sí o no? pues ¡claro que sí!; si hacer márketing o no, ¡idem!; si copiar o no a Zaha Hadid, ¡pues adelante!) no está, para mí, sometido a discusión: los caminos del arquitecto en busca de trabajo son infinitos, faltaba más.

    Por eso, más que adherirme a la indignación de JMER y otros sobre los procedimientos de JT, me quedo con esa anécdota que simboliza, para mí, un país (el nuestro) y un tiempo (el que vivimos): un presuntuoso que se vanagloria de no ponerse un casco por aburrimiento, enfrentándose con una estudiante de arquitectura que moriría, en cambio, por ponérselo. Un abrazo a todos, Andrés.

    Andrés

    abril 3, 2012 at 9:43

  18. Andrés, con tu último párrafo das en el clavo con algo que también intentaba expresar yo: este señor no es un «fenómeno nuevo», sino un tipo de personaje que siempre ha existido, y siempre existirá, adaptado a los tristes tiempos actuales. Y que si bien tiene una forma lícita de promocionarse (que no deseable), es un camino que sólo sirve para cuatro, cinco arquitectos, que construyan para ese 1%. Y a ese grupo de clientes se les consigue exactamente como hace ese señor, le salga de natural, o sea una impostura.
    Y mi único otro punto, era que el resto de arquitectos debemos vendernos de la misma manera, pero eliminando esa frivolidad y esa actitud, puesto que al fin y al cabo no buscamos en teoría a los mismo clientes. Respetando unos mínimos de dignidad y respeto a la profesión.
    Pero tampoco hace falta darle muchas vueltas al caso Torres, por que ni siquiera trabaja en la misma profesión. En realidad, la suya es otra.

    De acuerdo con @unbreakmypants, eso si, en que su imagen no hace ningún bien a la concepción que tiene el gran público de los arquitectos, que cada vez más nos considera un colectivo de snobs con pretensiones. ¿Que el 90% no es así? Pues claro. Pero tampoco ha sido Torres el único en darnos esa imagen en los últimos años…

    Y la verdad, creo que poco más tengo yo que decir de esto. Tampoco da para tanto este señor, ¿no? Y no descartaría que la polémica en tuiter se la haya llevado un becario-community manager…

    Un saludo.

    eriatarka

    abril 3, 2012 at 10:21

  19. Reitero lo dicho, aclarando que probablemente la intención de unbreakmypants, no haya sido mala, y si has resultado ofendida no era esa mi intención. Pero desde luego la búsqueda de popularidad, en éste caso a través de una herramienta relativamente nueva como twitter, no es algo novedoso. Si bien, por otra parte, twitter tampoco tendría mucho sentido si tu único follower fueses tú mismo. Así que, lo siento, pero el argumento económico no me vale.

    Lo que creo que está claro es, que dos no discuten si uno no quiere. Es obvio que el señor Torres se siente cómodo en estas polémicas, y la campaña publicitaria que se le ha hecho estos días, (buscando decir el comentario más gracioso) no tiene precio.
    Sigo pensando que la forma más simple de que este señor desaparezca del panorama arquitectónico, es ignorarle. El mismo caerá por su propio peso cuando se le acaben los argumentos amarillistas, porque desde luego, argumentos arquitectónicos no posee en absoluto.
    Un saludo

    Anónimo

    abril 3, 2012 at 12:57

  20. Entiendo que pienses así, seguramente yo también lo haría en tu lugar. Si mi intención en Twitter fuera la de ser popular, habría destinado mi sentido del humor a temas mucho más generales que los de mi TL, que es prácticamente monoarquitemático. Obviamente Twitter sin followers no tiene sentido, pero sobreviví perfectamente con mi anterior cuenta y mis preciados 38 seguidores. No me tomo Twitter ni como un trabajo ni como una lanzadera al trabajo, seguramente por eso me divierte tanto.

    @unbreakmypants

    abril 3, 2012 at 19:30

  21. Lo que más terrible me parece de todo no son las declaraciones de este señor. Él y cualquier persona es libre de decir las boutades que le parezcan porque se las crea, porque piense que es lo mejor para su bisnes o porque ese día para contrarrestar el tedio que produce la obra prolongara más de la cuenta el rato del almuerzo y se le fuera la mano con los solysombras. Lo malo no es eso, lo malo es quién le da voz: nada más y nada menos que un medio supuestamente serio (risas enlatadas) como El País. Dos fines de semana anteriores entrevistaron en el mismo suplemento a Oriol Bohigas. Independientemente de la valoración que pueda hacerse de su figura, el Rasputín de Bocaccio es otra cosa. Él sí se merece una entrevista, aunque sea para retratarse. Los que se han vendido de verdad son los de Prisa

    Rai

    abril 4, 2012 at 17:03

  22. Vamos a ver, esta polémica se ha generado porque la mayoría de vosotros no ha tratado nunca de cerca con Joaquín (y me refiero a la intimidad de su estudio). Yo sí. Le veis como un arquitecto frívolo y superficial que no dice más que aberraciones, y ese es el error. Joaquín no trabaja de arquitecto, nunca lo ha hecho. Él es comercial, mejor o peor, pero no podéis tomaros en serio lecciones de arquitectura de alguien absolutamente ignorante en ese campo. Otra cosa es el negocio que regenta, que sí sobrevive (ERE mediante) pero que tampoco es tan rentable como le gusta presumir. El desarrollo de los proyectos lo inicia y supervisa de principio a fin su socio, que más allá de estilos es una persona dotadísima para la arquitectura pero que a la vez rehuye los focos. Pensad en esto la próxima vez que os rasguéis las vestiduras por oír a un comercial decir que le aburre ir a la obra, porque es como si os lo dice un dependiente de Zara; simplemente no tiene nada que ver ni con su trabajo ni sus inquietudes. Y al hilo del artículo, comentar que es para mí el que más fielmente retrata al personaje de todos los que he visto (y han sido muchos), le guste o no a Joaquín.

    uno

    abril 13, 2012 at 10:55

  23. Por cierto, con lo de «trabaja» me refiero a «ejerce». Joaquín está titulado como arquitecto, aunque no realiza esa función en su estudio.

    uno

    abril 13, 2012 at 10:57

  24. Como comprenderas, uno, no me tomo en serio a Joaquin Torres ^_^. Y creo que lo dejo bien claro: No es su frivolidad lo que me molesta. Como comercial (si es lo que es, que -coincidiras conmigo- no es lo que transmite) me parece muy bien que haga lo que quiera, pero que -por favor- no vaya explicandonos a los demas si nos hemos vendido o dejado de vender (El, precisamente) porque me parece un mal chiste.
    Si como apuntas es «absolutamente ignorante en ese campo» una minima prudencia dictaria que lo mas inteligente a veces, es el silencio.

    Tambien te digo que si un comercial me dice que le aburre ir a la obra, le diria lo mismo que a JT: que estoy deseando aburrime. Mucho. Como las ostras incluso.

    En cualquier caso el vende la imagen que vende, y tiene la exposicion que tiene, y en un momento como en el que estamos (y aqui doy la razon a @Unbreakmypants) alguien que goza (Y ha gozado toda su vida) de una posicion profesional privilegiada deberia pensar que expresiones como que le aburre ir a la obra son tremendamente frivolas, cuando no, de nuevo, una burla a quienes probablemente no van a poder ir a una en muchos (Muchos) años.
    Y por la parte oximoron, criticar a los que llevan una chaqueta de Prada, llevando una de Tom Ford… es trospido hasta decir basta. ^^
    Del estilo Torres-Llamazares…. en fin, no tengo tiempo para ponerme ahora a ampliar lo que ya dije en su momento. Es mi opinion, por supuesto, y sospecho que a Joaquin (Y a sus miles de followers) les parecera equivocada. A mi no. Desde luego considero que cualquiera con un minimo-minimisimo de cultura debe extrañarse al leer notas de prensa en las que se afirma que A.-cero ha «revolucionado la vivienda en España» o que otros arquitectos consideraban ese campo menor, o que A-cero lo han puesto en valor, porque es simplemente una falacia (Y no se hasta que punto una falta de respeto para compañeros que se dejan los cuernos en concursos de vivienda publica bastante mas interesantes que las viviendas de A-cero -objetivamente para mi- y muchisimo peor pagados. Esos mismos por los que Torres parece tener poco aprecio en la entrevista de EPS).

    Pero esto, ya digo, son consideraciones criticas, y muy personales.

    Lo que si me parece (Y me parecia cuando esto escribi) una reflexion iteresante es analizar hasta que punto «vender» esta por delante de todo. Y creo que la pregunta sigue teniendo validez porque es una especie que se propaga bastante -asi lo he notado- y porque mi opinion es que hay ciertos limites que me parecen claros.

    Esto de acuerdo contigo en que el articulo (Mas alla de la literalidad o falta de ella) le retrata perfectamente.

    jmer73

    abril 13, 2012 at 12:43

  25. Releo mi respuesta y parece que esta escrita con furibundia… nada mas lejos de mi intencion, Uno.
    Consecuencias de la falta de cafeina. El debate sigue siendo interesante.

    jmer73

    abril 13, 2012 at 12:46

  26. La noticia sería que el REY DEL STRETCH abandona el blanco de compresa y el poroso travertino por ROSA .
    “Y no cualquier rosa, sino ese tenue y brillante propio de un tutú, mallas y leotardos, de los que dan vueltas delante del espejo y la barra bajo la atenta mirada de la prima donna”.
    SALUDOS

    oscarq

    abril 13, 2012 at 13:05

  27. No he apreciado esa furibundia que dices en absoluto, faltaría más. Sólo pretendía incidir en que no debéis verle como un arquitecto frívolo, sino como un comercial frívolo que está relacionado con el mundo de la arquitectura, lo que pasa es que queda mucho más COOL decir que eres arquitecto. Barbaridades (y peores que las publicadas) las dice a todas horas, pero el problema no es que haya vivido siempre en una burbuja, sino que desprecia y califica de inferior todo lo que no tenga que ver con él, y eso va en la personalidad (o falta de ella) de cada uno. Por eso repito, Joaquín es el «Sálvame» de la arquitectura, y aunque yo sea más de «Días de cine», seguirá dando gritos porque, según él, es lo que su público le pide.

    uno

    abril 14, 2012 at 15:51

  28. […] N+1 _ 19 […]


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